El presidente de Defensa y Justicia, José Lemme, aseguró ayer que “nadie le quiso armar el equipo” al entrenador Nelson Vivas, que renunció tras la derrota ante Colón, al tiempo que admitió que fue su hijo el que tuvo “un intercambio” de opiniones con el técnico antes de que éste diera el portazo. “No hubo ningún reproche. Simplemente un intercambio de ver la situación de algunos jugadores. No le gustó y dijo que no iba a seguir. Se le habló pero no hubo marcha atrás”, sostuvo el directivo en TyCSports.