En la jerga de los golfistas podría decirse que lo de Mauricio Macri fue un hoyo en uno. A dos semanas de las elecciones consiguió una foto en la Casa Rosada piensan utilizar para instalar la idea de su liderazgo internacional y se la sacó jugando el partido de golf que no pudo jugarle cuando el entonces presidente de Estados Unidos visitó el año pasado la Argentina.

Obama vino esta vez al país para disertar en la Cumbre de Economía Verde que se realizó en Córdoba. Antes de volverse hoy a Estados Unidos le regaló a Macri una nueva foto juntos.

El escenario del encuentro entre ambos fue el el Golf Club Buenos Aires, en Bella Vista. Macri jugó los 18 hoyos de la cancha con la ventaja de conocerlos bien. El presidente de la comisión directiva de ese selecto reducto de golfistas es su hermano Gianfranco, el que blanqueó 35,5 millones de dólares cuando el Presidente le abrió la puerta al blanqueo de capitales a sus familiares, socios y amigos.

Además de su hermano Gianfranco, presente en su condición de anfitrión, Macri sumó a la partida a José Torello, apoderado del PRO y uno de sus amigos de la infancia del colegio Cardenal Newman. La idea es trasladarse luego del partido a la quinta "Los Abrojos", que Macri tiene en esa misma zona de Bella Vista.

A la foto de esta mañana le antecedieron los elogios de Obama le dedicó ayer a Macri. “Inició esfuerzos para reconectar al país con la comunidad mundial. Me impresiona mucho el trabajo que se ha hecho en la Argentina”, dijo el ex presidente de Estados Unidos en Córdoba, adonde fue a disertar a cambio de una suma cercana a los 450 mil dólares.

Tras su presentación en el encuentro que organizó en Córdoba el gobierno provincial junto a la Advanced Leadership Foundation, Obama viajó a Buenos Aires y estuvo en un cóctel que algunos empresarios le organizaron en el Palacio Duhau, en la Avenida Alvear. Allí fueron también algunos funcionarios.

El encuentro entre Macri y Obama es de carácter privado. Al Gobierno le interesa la foto, pero al mismo tiempo quiere cuidar que no genere ningún tipo de interferencia con Donald Trump, a quien su antecesor criticó por su posición ante el cambio climático.  

Jugar al golf era una asignatura pendiente que Macri y Obama tenían. En marzo del 2016, cuando vino a la Argentina en visita de Estado con su esposa Michelle y sus hijas, el ex mandatario estadounidense estuvo en el hotel Llao Llao en Bariloche y allí hizo unos tiros en la imponente cancha que el resort tiene con vistas a los lagos que lo rodean.

Macri, junto a su esposa Juliana Awada, visitó allí a los Obama y si bien se habló de la posibilidad de que jugaran, el encuentro no se concretó. En el Gobierno pensaron que esa foto daría lugar a las odiosas comparaciones con la que Carlos Menem se sacó en los 90 con su “amigo George” Bush, también jugando al golf pero en Olivos.

Macri, quien se ufana de haberle ganado al golf a Donald Trump cuando ambos hacían negocios y no habían sumado a su condición de empresarios la de presidentes, tuvo finalmente la oportunidad de medirse con Obama esta mañana. El paisaje no habrá sido tan lindo, pero nadie le quita lo jugado ni las imágenes a las que ahora echará mano la maquinaria electoral PRO.