"Vemos que este año no viene nada bueno, pero la esperanza no hay que perderla. Así que vamos a brindar por todas nuestras compañeras y compañeros que ya no están pero siguen estando", dijo Taty Almeida con la copa en alto, al encabezar el brindis de fin de año de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora que se realizó en la Casa Nuestros Hijos la Vida y la Esperanza del Espacio de Memoria exEsma. Participaron referentes de organismos de derechos humanos, dirigentes políticos, exfuncionarios y diversas personas que se acercaron al encuentro. Entre ellos estuvieron las abuelas Estela de Carlotto y Buscarita Roa. "En este tiempo de incertidumbre sabemos que tenemos fuerza, convicción, energía, valor y amor para vencer", dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

En una tarde marcada por la emoción y las dudas de cara al futuro por lo que será la gestión de Javier Milei en materia de derechos humanos, el encuentro se realizó con el propósito de "abrazarnos y estar más juntos que nunca". Y abrazos no faltaron, tampoco abanicos para aliviar, aunque fuera provisoriamente, el intenso calor que invadía el lugar. Entre quienes salían a refrescarse y volvían a entrar dispuestos a reencontrarse en un abrazo estaban el exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla; el exembajador en México, Carlos Tomada; el diputado Eduardo Valdés; el director de Educación bonaerense, Alberto Sileoni; el titular de OsBA, Alejandro Amor y referentes de organismos como Charly Pisoni de HIJOS, Ramiro Varela de Palotinos por la Memoria, e integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. En la mesa principal, las madres y abuelas acaparaban las miradas, las fotos y las demostraciones de afecto de decenas de personas que se acercaron para brindar junto a ellas.

"Teníamos la necesidad de hacer este encuentro con gente querida que realmente nos conocemos hace años y que siempre seguimos hablando el mismo idioma, tan importante en estos momentos", destacó Taty en lo que fue un balance del año y a la vez una toma de posición hacia adelante. "En estos momentos es muy importante estar juntos y más unidos que nunca. Pero que esa unidad se vea en los hechos, no en las palabras", sostuvo.

"Señora vicepresidenta, acá no hubo una guerra, hubo un genocidio", dijo al referirse a Victoria Villarruel, y aseguró que "estamos pasando momentos muy difíciles donde lamentablemente vemos día a día que la memoria por nuestros 30 mil y ese genocidio cada vez los están negando más". La referencia es a los pedidos de organizaciones defensoras de presos por delitos de lesa humanidad que, alentadas por el cambio de época, solicitan la revisión de las condenas. Luego vinieron los agradecimientos, entre otros, a Miriam Lewin y Giancarlo Ceraudo por la investigación que permitió recuperar el avión utilizado para los vuelos de la muerte que, a partir de la gestión del exministro de Economía Sergio Massa y el exsecretario Pietragalla Corti hoy se exhibe en el predio de la exEsma.

En el encuentro se recordó a Mauricio Brodsky, que falleció esa misma mañana, a sus 99 años. Esposo de Sara, integrante de Madres Línea Fundadora, era el último de los padres que acompañaron el reclamo desde el inicio que aún estaba vivo. Su hijo Marcelo, cuyo hermano Fernando fue secuestrado en 1979, estuvo presente. También habló Estela Maroni, hija de la Madre de Plaza de Mayo Enriqueta Maroni. "Le dije el otro día, '¿qué te gustaría que les dijera a las Madres?' Me dijo: 'Mandales un beso enorme y deciles que resistan'. Así que, en nombre de Enriqueta, resistamos, porque son tiempo duros y dolorosos, así que a seguir la lucha", sostuvo emocionada.

Por su parte, Carlotto destacó la presencia de tantos "compañeros de lucha" y dijo: "Esto nos dice que no hemos perdido nada, hemos ganado conocernos, encontrarnos, festejarnos y saber que la historia continúa. Nosotros hemos sufrido tanto por nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros familiares desaparecidos, pero no se nos fue el buen humor ni las ganas de vivir. Porque ellos nos dejaron su ejemplo, ellos sabían lo que les podía costar su lucha y sin embargo hasta lo último estuvieron. Y están acá con nosotros". Y aseguró que "sobre todo en este tiempo en que estamos viviendo una incertidumbre tremenda y mala, sabemos que tenemos fuerza, convicción, energía, valor y amor para vencerlos".

Dos agrupaciones musicalizaron la jornada. Primero, el tenor Ernesto Bauer encabezó un trío que interpretó áreas de ópera. El músico entregó un mensaje de esperanza antes de entonar el clásico "O sole mío": "El sol siempre vuelve a salir". Como si hubiese sido ensayado, mientras las voces de todos los presentes se unían en el estribillo, por la puerta principal ingresaba Nora Cortiñas y se sumaba a la mesa. Finalmente, integrantes de la Tecnicatura en Música Popular tocaron algunas canciones infaltables como La marcha de la bronca o Yo vengo a ofrecer mi corazón, para terminar con una selección de chacareras que le imprimió al encuentro un aire de peña y celebración.

Informe: Diego Castro Romero