Como calzarse la 10 en la Selección Argentina. Como ponerse a dirigir la NASA. Así debe sentirse vivir en Francia y tener que seguirle los pasos a René Goscinny al frente de Astérix, uno de los iconos de la cultura francesa y una de las historietas más populares del mundo. Cuando el sello Les Éditions Albert René decidió publicar nuevas aventuras de los férreos galos, terminó eligiendo a Jean Yves Ferri para el trabajo. Ferri en los guiones y Didier Conrad en los dibujos. Y mucha presión para los dos. Ferri ostentaba un puñado de premios y, sobre todo, ocho álbumes realizados en colaboración con la estrella de la bande-dessinnée independiente Manu Larcenet (cinco de Le retour’a  la terre, dos de Le sens de la vis y otro de Correspondances). PáginaI12 lo entrevistó durante su visita a Buenos Aires para el festival Comicópolis, realizado en la rural a comienzos de septiembre, y antes del lanzamiento –concretado hace una semana– de su tercera incursión de los irreductibles galos: esta vez van a Italia.

–Uno de los rasgos característicos de Astérix era la capacidad de hacer comentarios sobre la actualidad social y política. ¿Cómo se acercan a esto, considerando el convulsionado momento que atraviesa Francia?

–¡No conozco período que no sea turbulento en Francia! Al contrario de la Argentina, siempre en calma (se ríe). En consecuencia, no es un problema. Quizá porque Astérix no es una serie directamente política y las alusiones son más bien a un “aire de época” y los temas sociales en sentido amplio. Goscinny y Uderzo se abstuvieron siempre de hacer política. La ironía aparece, en todo caso, en los personajes.

En los dos álbumes primeros álbumes publicados por la “nueva” dupla (Astérix y los Pictos en 2013 y El papiro del César en 2015) sumaron algunas nuevas figuras al elenco de personajes de la saga. Uno de ellos, por ejemplo, recuerda a la figura de Julián Assange, famoso por las filtraciones “wikileaks” que expusieron documentos e informes gubernamentales comprometedores para gobiernos de todo el mundo.

–¿Sentían que el universo de los galos necesitaba ampliarse?

–Diría más bien que exploramos algunas pistas. Entre otras, profundizar en los personajes que ya conocemos. Por ejemplo, el rol del bardo o de la juventud del druida en El papiro del César. Y desde luego, no hay nueva historia sin nuevos personajes.

–Acaba de salir su tercer álbum, Astérix et la Transitalique. ¿cómo evalúa la experiencia hasta el momento?

–Muy especial. Astérix es muy popular en Francia, y sentimos siempre la presión y la atención puesta en nosotros. 

En la Argentina, la edición más reciente de la saga fue publicada en colaboración por Libros del Zorzal y el Grupo Planeta. Una buena edición, bien producida y con una traducción original. Los álbumes, sin embargo, son los clásicos, y desde Planeta confirmaron a este diario que aún no hay planes para lanzar localmente los hechos por Ferri y Conrad.  

–¿Cómo llegó a escribir Astérix?

–Se me acercaron discretamente, igual que a otros autores, y me propusieron enviar una pequeña sinopsis para una nueva aventura de Astérix. Finalmente fue mi texto el elegido “a ciegas” (sin conocer los nombres de los autores) entre los varios que se habían presentado.

–¿Cómo abordó el trabajo con personajes que son emblemas de la BD?

–Con las ganas de escribir una historia nueva. Siempre intentando respetar a los personajes y la atmósfera de Astérix, eso seguro.

–¿Qué tal es la relación con Uderzo? ¿Dialogan sobre el desa- rrollo de las historias y sus personajes?

–Es una relación muy cordial. Uderzo nos dio su confianza y se contenta con darnos su luz verde al comienzo de cada álbum. Más allá de eso, no interviene si no es para darnos ánimos.

–¿Qué planes tienen para el futuro de la saga?

–Cada álbum es un caso particular. Vamos paso a paso buscando hacer de cada álbum una cosa bien diferente. ¿Por qué no un Astérix en la Patagonia, por ejemplo? El problema para un galo es siempre como viajar así de lejos. Pero si tiene una buena idea, ¡no dude en escribirme!