Durante febrero y por segundo mes consecutivo el consumo masivo cayó en terreno negativo. Según un reporte de la consultora Scentia, la inversión de las familias en productos de la canasta básica se retrotrajo un 4,1 por ciento en dicho período, luego de que también mostrara una baja, del 3,8, en el mes de enero. De este modo, se cortó un proceso de 7 meses seguidos de crecimiento del consumo, freno que coincide con el ajuste del gobierno de Milei y la recesión autogestionada con el objetivo de bajar la inflación. 

El trabajo de Scentia puntualiza que el derrumbe del consumo fue mucho más importante en los grandes supermercados que en los comercios barriales. En las cadenas, el gasto cayó 8,3 por ciento, mientras que en los locales de proximidad hubo un crecimiento del consumo de 0,1 por ciento. Esto se debió a que la liberación de precios que hizo el gobierno de Milei, conjugada con la dada de baja de los acuerdos de precios en los hipermercados, terminó impactando en una suba pareja de los precios en ambos canales. Así, hoy en día vale lo mismo de caro comprar en los hiper que en los barrios. 

En el caso de los supermercados grandes del interior, el derrumbe del consumo fue mucho mayor a la media: una caída de 9,3 por ciento. En tanto que en las zonas del AMBA el gasto mejoró casí 8 puntos, cayendo en el interior del país 3,6 por ciento. 

Lo más y lo menos comprado

Cuando se analizan los datos por rubros, se ve más claramente la elección de consumo que hace la gente. Sacando Alimentos Perecederos, que creció en demanda un 0,6 por ciento, el resto de los items reportaron bajas. 

Alimentación cayó 2 por ciento; Bebidas con Alcohol 11,5 por ciento; Bebidas Sin Alcohol un 1 por ciento abajo; Desayuno y Merienda un 6,4; Higiene y Cosmética un 5,8 por ciento; Limpieza de Ropa y Hogar un 3,6 por ciento y hasta mostró una baja el rubro Impulsivos, los productos que se venden al lado de las cajas de pago, con una contracción de 1,6 por ciento.