El Partido Demócrata estadounidense ganó las elecciones de gobernador celebradas el martes en los estados de Virginia y Nueva Jersey, los únicos que renuevan autoridades este año, en vísperas del primer aniversario de la victoria que llevó al republicano Donald Trump a la Casa Blanca.

En Nueva Jersey, feudo de Chris Christie, uno de los principales asesores de Trump en su campaña presidencial, el demócrata Philip Murphy, le arrebató la gobernación a los republicanos, el primer revés electoral de magnitud en la era Trump.

Christie es gobernador desde 2010, pero esta vez no se presentó porque no podía optar a un tercer mandato, por lo que Murphy se batió con la hasta ahora vicegobernadora del estado, Kim Guadagno. Con el 71 por ciento de los votos escrutado, Murphy obtuvo el 55,6% mientras que Guadagno logró el 42,5 por ciento. 

Mientras tanto, en Virgina los demócratas mantuvieron la gobernación gracias a la victoria de su candidato, Ralph Northam, frente al postulante republicano Ed Gillespie. Con el escrutinio casi completo (99%), Northam obtuvo un 53,6% de los votos contra un 45,2% de Gillespie, que se había alejado de Trump para mostrar un perfil moderado en un estado en el que los demócratas se han ido fortaleciendo en las últimas décadas. Pese a ese distanciamiento, Gillespie protagonizó una campaña marcada por el rechazo a la inmigración ilegal.

Más allá de la pérdida de Nueva Jersey, los republicanos mantienen un poder territorial nunca antes visto, con 33 gobernaciones, mientras que los demócratas tienen 16 y a Alaska la gobierna un independiente. Mediante un mensaje por Twitter desde Corea del Sur, Trump se distanció anoche de la derrota de Gillespie, al considerar que el candidato republicano “trabajó duro”, pero no “abrazó” lo suficiente las propuestas del mandatario. “Trabajó duro, pero no me abrazó a mí ni lo que yo defiendo”, posteó. Pese a las derrotas en Virginia y Nueva Jersey, Trump aseguró que los republicanos “seguirán ganando, incluso más que antes”.

Estas elecciones se celebraron cuando se cumple el primer aniversario de la victoria de Trump en las elecciones a la Casa Blanca y se consideraban un termómetro de su gestión. Junto a las contiendas por las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, se destacaron también las elecciones municipales en Nueva York, en las que se impuso el actual alcalde, Bill de Blasio, con un 64,5%, frente al 29,7% de su rival republicana, Nicole Malliotakis.