En el afán de sostener el control de agenda, el gobierno provincial ayer instaló el combate y prevención del dengue como asunto de prioridad. Lo hizo con una conferencia en la que la ministra de Salud, Silvia Ciancio, expuso un cuadro de situación: 598 casos en curso hasta la semana pasada, y el optimismo de haber vencido la curva de casos que explotó en 2024 y que también había escalado en 2023. Es que en este primer trimestre de 2025 han sido algo más de 4.000 contagios, y es un número bien inferior respecto de los dos veranos anteriores.
La ministra y el secretario de Cooperación, Cristian Cunha, pusieron de relieve una cifra, $8.000 millones, como la suma de lo que la Casa Gris destinó el año pasado y hasta ahora para frenar el brote que hasta el año pasado llegó a sumar más de 72.000 contagios en toda la provincia.
Hasta la semana pasada, entonces, la cartera sanitaria tenía contados 598 personas contagiadas por la enfermedad que transmite el mosquito Aedes Aegypti, focalizadas en 10 de los 19 departamentos que componen la provincia. De esas, 509 se concentran en el departamento Rosario. Luego, 37 en San Lorenzo, 17 en Caseros, 16 en San Cristóbal, 4 en La Capital y 6 en Castellanos.
"A medida que pasan los años, la enfermedad va cambiando. El primer año difícil fue en 2009. El brote fue ganando territorio hasta los años 2023 y 2024, realmente en situación aguda, grave. En 2024 se notificaron más de 72.000 casos. Y hasta hoy algo más de 4.000 casos. Al asumir nos encontramos con cero planificación, muy pocos insumos, pero los equipos de salud se desempeñaron extraordinariamente", valoró Ciancio. Asimismo, destacó que no hay margen para bajar el alerta en Rosario. "Aunque haya terminado el verano, venimos de muchos días de lluvia, humedad, y son condiciones para que el vector se reproduzca", advirtió la ministra.
Desde que asumió esta gestión, la Provincia desplegó el programa "Objetivo dengue", empezó por capacitar equipos, realizar charlas de prevención en las escuelas, y entre setiembre y noviembre aplicó 107.645 dosis, entre primera y segunda, de la vacuna contra el dengue, según expuso ayer Ciancio. Puede parecer menor ante los más de 3 millones que habitan Santa Fe, pero la ministra distinguió que ese universo enfocó la población más vulnerable, entre personas que ya habían tenido la enfermedad en brotes anteriores, y el personal esencial abocado a esta campaña.
“La primera dosis se la colocaron 76.715 personas de entre 15 y 59 años; y la segunda dosis 30.930 personas. Así, llegamos a un total de 107.645 dosis aplicadas en toda la provincia, lo que muestra al resto del país que cuando un gobierno toma la decisión política e involucra a la sociedad y los equipos de salud, los resultados están a la vista”, destacó. Y también enumeró la inversión realizada y que en parte se derivó a municipios y comunas, como mochilas manuales, humidificadores, y termonieblas para fumigación.
Antes, Cunha, como operador político territorial, marcó distancias con gestiones anteriores ante esta epidemia. "Nos queda un modo de trabajar diferente que debe perdurar más allá de quienes ocupen estas sillas en el futuro. Hemos dado un cambio cultural en los colegios. Aunque forzamos cambiar la dinámica doméstica, lo que generamos trabajando con Educación en los 4.000 establecimientos educativos de la provincia dará en el futuro la posibilidad de algo que nadie pudo eliminar al 100% pero sí convivir sin los problemas del año pasado", redondeó.
El funcionario ponderó la inversión en materia sanitaria. "Es la primera vez que la Provincia compra vacunas, más que cualquier otra, y que Nación incluso. Y esto permitió que apenas surgiera un caso automáticamente se bloqueaba la zona, y así se evitó el efecto dominó del año pasado. Capacitamos 315 equipos en las localidades más grandes. Compramos 40.000 litros de DEPE permetrina, que se usa para fumigar. La última orden de compra del gobierno había sido de 1000 litros. Esto hace la diferencia, hubo una planificación", destacó.