Organizaciones feministas, sindicales y sociales vuelven a manifestarse este miércoles 4 de junio desde las 16 en Plaza Congreso, en el marco del décimo aniversario del primer Ni Una Menos. La convocatoria busca visibilizar el impacto de las políticas de ajuste del Gobierno nacional y acompañar los reclamos de otros sectores golpeados por la gestión ultraderechista, como el sistema científico y tecnológico, profesionales de la salud y jubilados.
Aunque la fecha original del aniversario es el martes 3 de junio, las asambleas feministas que organizaron la manifestación decidieron trasladarla al miércoles 4 para apoyar el reclamo de los jubilados, que cada miércoles se concentran frente al Congreso de la Nación para exigirle al Gobierno una mejora en sus pauperizados ingresos y el cese del ajuste previsional.
Bajo el lema “la deuda es con nosotras”, el colectivo llamó a apropiarse del espacio público para denunciar la violencia de género, la pérdida de derechos y la crueldad institucional contra mujeres y diversidades.
Desde Ni Una Menos señalaron que la eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, la paralización de programas de asistencia y prevención y la creciente precarización económica profundizaron las condiciones estructurales que sostienen la violencia machista. “El ajuste y la violencia no se enfrentan en soledad”, afirmaron desde el colectivo en su convocatoria.
En ese marco, la ministra de las Mujeres bonaerense, Estela Díaz, recordó en declaraciones a la AM750 que la primera marcha de Ni Una Menos, ocurrida el 3 de junio de 2015, marcó un antes y un después en la vida social, política e institucional del país porque "puso profundamente en evidencia la violencia machista" y las formas naturalizadas de violencia.
A pesar de las enormes conquistas alcanzadas desde aquella concentración --como la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo--, la llegada de Javier Milei al poder trajo consigo un retroceso en materia de políticas públicas, marcado por la desfinanciación, la interrumpió programas y el desmantelamiento de organismos.
En ese sentido, el colectivo Ni Una Menos advirtió que la respuesta del Gobierno ante la violencia machista es el silencio y la omisión, lo que equivale a una forma de revictimización institucional. También alertaron sobre el cierre de espacios de formación con perspectiva de género, la falta de financiamiento para dispositivos de emergencia y la desaparición de campañas públicas de sensibilización.