El presidente estadounidense, Donald Trump, no mostró interés este viernes en hacer las paces con el magnate tecnológico Elon Musk pese a los gestos reconciliatorios exhibidos por el empresario sudafricano un día después de la agria pelea que mantuvieron intercambiando amenazas en las redes sociales.
En una entrevista telefónica con ABC News, Trump dijo que el dueño de Tesla "perdió la cabeza", en referencia a la disputa del jueves, y al ser preguntado por informaciones que apuntaban a una llamada entre ambos programada para este viernes, el republicano simplemente indicó que Musk quiere hablar con él, pero que de momento él "no está particularmente" interesado en cerrar la brecha entre ambos.
Poco antes, el empresario se había mostrado abierto a hacer las paces al apoyar en X, su red social, un mensaje en el que un aliado común les instaba a reconciliarse.
"Apoyo que @realDonaldTrump y @elonmusk deberían hacer las paces por el bien de nuestro gran país. Juntos somos más fuertes que separados", escribió el consejero delegado de la firma de inversiones Pershing Square, Bill Ackman. "No estás equivocado", le respondió Musk.
Más tarde, el magnate nacido en Sudáfrica, que también es consejero delegado de la empresa aeroespacial SpaceX, volvió sobre sus pasos y afirmó que no desmantelará su cápsula Dragon, usada por Estados Unidos para transportar material y personas a la Estación Espacial Internacional, después de amenazar el día anterior con hacerlo.
"Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon", escribió Musk en X en respuesta a un usuario que le sugirió que Trump y él eran mejores que "el tira y afloja" de la víspera y les instaba a "calmarse y relajarse un par de días".
La amenaza de retirar el cohete fue uno de los muchos ataques lanzados por el empresario contra el neoyorquino, que poco antes le había amenazado con poner fin a los contratos que el dueño de X tiene con el Gobierno federal, incluyendo los de Space X, valorados en unos 17 mil millones de dólares.
Nos habíamos amado tanto
El desencuentro se origina en el "gran y hermoso proyecto de ley" de recortes presupuestarios abanderado por Trump y aprobado ya en la Cámara Baja, que el sudafricano ha criticado por considerar que aumenta el déficit y socava su rol al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), el cual abandonó la semana pasada.
La escalada incluyó otros ataques de Musk contra el mandatario, al que acusó de estar en los archivos del pederasta Jeffrey Epstein y del que dijo que no hubiera ganado las presidenciales de 2024 sin su apoyo mediático y financiero.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, defendió este viernes a Trump, subrayando que de todas las "mentiras" que la prensa dice de él, la principal es que es "irascible e impulsivo". Aseguró en X que "cualquiera que lo haya visto actuar bajo presión sabe que eso es ridículo".
Mientras, figuras cercanas al mandatario contaron este viernes a varios medios que Trump parecía más "decepcionado" que enojado por la ruptura escenificada el jueves.
Un funcionario de la Casa Blanca que pidió el anonimato incluso contó que Trump está meditando vender el Tesla rojo que compró en marzo en un acto que organizó para cerrar filas en torno a Musk en un momento en que el magnate estaba siendo criticado duramente por su rol en DOGE.