El silencio, a veces, puede ser atronador. Lo fue por estos días para los millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos y están sufriendo la agresiva política de Donald Trump, que ha puesto el foco en ellos para cumplir su plan de llevar adelante “la mayor deportación masiva de la historia” y que ha hecho blanco en Los Ángeles, donde más del 48% de su población dijo en el último censo tener origen latino, enviando incluso 700 infantes de la marina estadounidenses y 4000 efectivos de la Guardia NacionEl béisbol, de los deportes más populares en el país del norte y uno que cobija todas los días a millones de fanáticos, aturdió en medio de este contexto con su indiferencia y tardó en despertar