Seis días después de la victoria histórica del peronismo bonaerense del domingo 7, Agustín Rossi, ex presidente del bloque kirchnerista en la Cámara de Diputados de la Nación, ex ministro de Defensa, y ex jefe de Gabinete, dialogó con Rosario/12. Ocupa el segundo lugar en la lista de Fuerza Patria para las elecciones de diputados nacionales del 26 de octubre. Con mate en mano y con mucho entusiasmo, Rossi analiza el nuevo escenario político, el impacto en Santa Fe y la estrategia para enfrentar un gobierno nacional que “sigue sin dar señales de escuchar a la ciudadanía".

—Hace una semana el peronismo arrasó en la provincia de Buenos Aires. ¿Qué lectura hacés de ese resultado?

—Mirá, en política las afirmaciones absolutas siempre son riesgosas, pero está claro que el escenario cambió. Un triunfo así en la provincia que concentra el 40 por ciento del padrón nacional nunca pasa inadvertido, y menos para el peronismo. Las elecciones tienen la virtud de legitimar o deslegitimar análisis previos, y acá se legitimó algo que ya veníamos viendo: el hartazgo social con la política económica del presidente Milei y con su estilo de gobierno, basado en el agravio permanente. 

-El contexto...

-Los trabajadores no llegan a fin de mes, las familias deben recurrir a la tarjeta de crédito para alimentarse, docentes y trabajadores de la salud sufren salarios insuficientes, la industria nacional se encuentra debilitada, y la desocupación crece. Todo esto se combina con una inflación persistente que golpea al bolsillo y una economía que genera incertidumbre en los sectores más vulnerables. A ese escenario se sumó en las últimas semanas la corrupción en la cúspide del poder, con audios que revelan sobornos y retornos que involucran directamente a funcionarios de alto nivel. Ese cóctel económico y ético produjo un resultado electoral contundente. La buena gestión de Axel Kicillof, la unidad del peronismo bonaerense y la coordinación con Cristina y Sergio Massa fueron clave para capitalizar el descontento.

—Algunos comparan este triunfo con el de Antonio Cafiero en 1987, cuando comenzó el ocaso del alfonsinismo. ¿Coincidís?

—Son contextos distintos, pero hay paralelos. Aquella elección marcó un antes y un después: el peronismo no solo ganó Buenos Aires, sino la mayoría de las provincias, lo que aceleró la salida de Alfonsín. Aparte sería injusto equiparar a Alfonsín con Milei. Hoy, aunque hablamos de elecciones provinciales, también hay un mensaje claro hacia el gobierno nacional: la ciudadanía demanda respuestas inmediatas ante la crisis social y económica. Por eso es clave tomar este triunfo con humildad y templanza, recordando que mientras festejábamos, muchos argentinos se levantaban sin trabajo, sin comida o sin recursos para atender sus necesidades básicas. Serenidad y empatía deben ser nuestras guías.

—¿Y qué lectura hacés sobre la reacción del gobierno nacional?

—Milei sigue sin tomar nota. Insiste con el ajuste, con perjudicar a los jubilados, con ignorar a las personas con discapacidad y desfinancia servicios esenciales. Los bonaerenses, en cambio, votaron “Estado sí”: obra pública, educación, salud, infraestructura. Es un mensaje de valores: la gente quiere un Estado activo que intervenga para garantizar derechos y oportunidades. Los vetos al financiamiento educativo, a los fondos para la emergencia pediátrica y los Aportes del Tesoro Nacional son un grave error. La política económica del gobierno central ha generado tensiones en todos los sectores: trabajadores, jubilados, pymes e industria. El costo de la energía y los combustibles, sumado a la falta de subsidios estratégicos, afecta directamente la vida cotidiana de millones. En este contexto, la oposición tiene un rol central: hacer visible la desigualdad y plantear alternativas concretas.

—En Santa Fe, hace poco más de un mes, vos decías que el peronismo tenía chances si iba unido. Ahora el clima parece más favorable. ¿Lo ves así?

—Sin dudas. Hace mucho que no veíamos un peronismo tan compacto, sin dirigentes dispersos en otras listas. Y del otro lado hay dos listas oficialistas: la de Milei y la de Pullaro. La nuestra representa al sentimiento anti-Milei en la provincia. Queremos renovar las tres bancas que ponemos en juego y aspirar a una cuarta, para fortalecer la oposición y equilibrar la Cámara de Diputados frente al avance del oficialismo.

—Planteás que Milei y Pullaro son lo mismo. ¿Ese será el eje de la campaña?

— Pullaro aumentó el precio del transporte interurbano un 28% porque Milei le quitó subsidios y, en vez de suplirlos, trasladó el costo a los vecinos. Además, colocó como candidata a diputada a la vicegobernadora, presidenta del PRO de la Provincia de Santa Fe (Gisela Scaglia). Nadie puede esperar que vote en contra de Milei. Esto muestra claramente que hay dos listas oficialistas y una sola que se le planta al gobierno.

—La compleja unidad del peronismo santafesino sorprendió incluso a propios. ¿Cómo la explicás?

—Con madurez y construcción colectiva. La lista es amplia y representativa: la encabeza Caren Tepp, de Ciudad Futura, joven y con experiencia como concejala. Están Alejandrina Borgatta, de La Cámpora y concejala de Villa Constitución; Oscar “Cachi” Martínez, del Frente Renovador; Fernanda Gigliani, de Rosario; Silvana Teisa, del sector de Lewandowski; Pablo Corsalini, intendente de Pérez; y Javier Ojeda, del movimiento sindical rosarino, también está Evelyn Roa. Todos aportan trayectoria y compromiso territorial, no hay improvisados. Esa amplitud permite mostrar un peronismo unido y diverso, capaz de abordar desde la industria hasta la educación y la obra pública.

—¿Qué mensaje le van a dar al electorado de cara al 26 de octubre?

—La elección es clara: si avalás el rumbo de Milei, tenés dos listas oficialistas; si no, hay una opción firme de oposición: Fuerza Patria. Más diputados opositores significan frenar el ajuste y defender a los que sufren la política del gobierno. Nos faltaron solo seis votos para evitar que se sancionara el aumento a jubilados y pensionados que luego Milei vetó. Necesitamos más fuerza en el Congreso.

 

Con la victoria bonaerense como impulso y la unidad del peronismo santafesino, Rossi confía en que la fuerza política puede consolidar su presencia en la Cámara de Diputados. Pero, evita el triunfalismo: “Hay que seguir caminando cada pueblo, cada barrio. La militancia es nuestra mayor fortaleza”, repite antes de la foto final, consciente de que la construcción política es más compleja de lo que parece a primera vista.