Para el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que el papa Francisco haya visitado nuevamente un país limítrofe y decidiera no aterrizar en la Argentina es algo que no obedece a “ninguna cuestión política”. En su opinión, la decisión de Jorge Bergoglio de seguir postergando una visita a su país de origen es al que hay que "evitar llevarlo al terreno político, y entender su misión pastoral y su liderazgo espiritual y religioso".

El intento de Peña por despolitizar el gesto del Papa fue hecho durante una conferencia en la que, no obstante, reiteró el deseo de la gestión de Mauricio Macri de tener la foto con  Francisco en la Casa Rosada. "La Argentina es su casa y su tierra", con lo cual "no necesita invitación" para visitar el país, dijo ante la prensa.

"Él considerará el momento y la mejor oportunidad para visitarnos y reiteramos que lo esperamos con el corazón y lo brazos abiertos", insistió el funcionario al ser consultado sobre el paso de Francisco por Chile, el segundo país vecino que visita sin escala en Buenos Aires.

Además, Peña convocó a "tomar la dimensión histórica de entender el valor que significa tener un Papa argentino, haber llegado a ese lugar y el nivel de respeto y aprecio en todo el mundo", y llamó a "evitar llevarlo al terreno político, y entender su misión pastoral y su liderazgo espiritual y religioso".

Ayer, a poco de que el avión que lo trasladaba hacia Chile comenzara a sobrevolar territorio argentino, el papa Francisco envió un escueto telegrama al presidente Macri, en el que transmitió sus "mejores deseos de corazón al pueblo" de su patria y le reafirmó a los argentinos su "cercanía" y sus "bendiciones". El jefe de Estado le agradeció por Twitter.