Estimado Carlos Zannini:

No es posible ni entender, ni explicar tu prisión. No es que no haya lógica en esa arbitrariedad, pero es una lógica perversa, ajena a todo principio del Estado de Derecho. Lula suele decir que el ya ha probado su inocencia. Ahora tienen que probar su culpa.

Lo que podemos es comprender que ello es resultado de un gobierno de restauración neoliberal, que no puede compararse con el gobierno de ustedes en términos de bienestar del pueblo, de soberanía nacional, entonces busca desplazar su accionar hacia la persecución política. Han llegado al gobierno para recomponer las bases del neoliberalismo, con programas tan antisociales como los de los años 1990, como si nada hubiera pasado desde entonces, como si ellos no hubieran fracasado y sido sucedidos por gobiernos radicalmente distintos, que han tenido el éxito de recuperación de Argentina de la peor crisis de su historia. Eso no lo pueden perdonar.

De ahí la instauración de regímenes de excepción, de que es parte esencial el llamado “lawfare”, el uso político de las leyes para perseguir a líderes políticos, así como el uso intensivo del monopolio privado de los medios, para intentar la destrucción de los imagines públicos de esos líderes.

Es un fenómeno que se extiende, conforme gobiernos de restauración conservadora se multiplican de Argentina a Brasil y, ahora, a Ecuador.

Tienen que destruir reputaciones de los líderes que han ganado la simpatía popular por la puesta en práctica de políticas de desarrollo económico con inclusión social, que han afirmado políticas externas soberanas.

Frente a ello, un bloque compuesto por los medios monopólicos, sectores del la Justicia y de las fuerzas de seguridad, así como sectores del Parlamento, construyen regímenes de excepción, que tienen como uno de sus objetivos centrales excluir de la vida política a líderes como Cristina, Lula, Rafael Correa, entre otros. Tú te encuentras en ese rol. Detenido sin ningún tipo de acusación, sin crimen ni pruebas de nada. En la misma situación absurda como la tuya hay varios dirigentes políticos de la izquierda latinoamericana, como si así pudieran cancelar las ideas que esos líderes representan.

Es doloroso darnos cuenta que, en tan poco tiempo, están desarticulando todos los avances que hemos tenido. Para ello necesitan criminalizar a partidos, a movimientos sociales y a dirigentes del campo popular. Como saben que tienen poco aliento con sus políticas antipopulares, actúan con prisa y con la mayor arbitrariedad.

Nosotros, que luchamos por la superación del modelo neoliberal y del régimen de excepción, tenemos plena conciencia que su detención es absurda, sin sentido, de venganza en contra dirigentes como tú y en contra del pueblo que representas.

Cuente con toda mi solidaridad.

Un gran abrazo.