La Ciudad y la provincia de Buenos Aires anunciaron que se sumarán a la prohibición de que sus ministros tengan familiares contratados en el Estado. La decisión se tomó en un almuerzo en el que estuvieron el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta; la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai. En la Ciudad, no obstante, sostenían que hasta ahora no apareció ningún caso de un familiar. En la provincia, deberá renunciar la esposa del ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Elustondo, y también la hija del ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre. También se sumaron intendencias macristas como la de Tres de Febrero y Vicente López. 

El almuerzo entre Vidal, Larreta y Peña ocurrió después del anuncio de Macri de que recortará cargos políticos (una medida que ya anunciaron los gobiernos porteño y bonaerense), de que congelará los sueldos de sus funcionarios y de que prohibirá la contratación de familiares para los ministros. Si bien la charla pasó por los más diversos temas de coyuntura –según uno de los comensales, más vinculados a la gestión–, del encuentro surgió el acuerdo para que tanto Larreta como Vidal fueran los primeros en aceptar el pedido de Macri de que los gobiernos provinciales se sumen a su medida. “Vamos a esperar a que salga el decreto de Nación para poder adherir a la misma línea”, indicó un funcionario bonaerense sobre la normativa, que se conocería hoy (ver aparte). 

La medida se reproducirá en la Ciudad, en donde Larreta supo tener como funcionario a su hermano Augusto Rodríguez Larreta cuando Macri era jefe de Gobierno (hoy ocupa un lugar en el directorio del Banco Provincia). En la actualidad, en el Gobierno porteño juran que no pueden encontrar a ningún familiar de un funcionario. De todas maneras, el relevamiento sigue en curso. La decisión la toma el jefe de Gobierno luego de que anunciara un ajuste de los cargos políticos. No obstante, al igual que ocurre en Nación, ese ajuste se produce sobre una estructura que ya fue aumentada por el macrismo en sus diez años en el Gobierno. Un informe de la comunera Julieta Costa Díaz indica que desde 2007 las direcciones generales crecieron un 47,61 por ciento, las subsecretarías un 67,65 por ciento y las secretarías un formidable 333,33 por ciento. Sobre esa estructura engrosada por el macrismo se hará el recorte actual del 20 por ciento. 

En tanto, en la provincia de Buenos Aires, Vidal anunció un recorte de 200 cargos políticos, que suma al que hizo cuando llegó al gobierno. A esto se le sumará ahora la prohibición de los ministros de tener familiares contratados. Según señalaron en el Gobierno bonaerense, por ahora aparecieron pocos casos de funcionarios con familiares. Uno es el del ministro de Ciencia y Tecnología, el radical Elustondo, que deberá pedirle la dimisión a su esposa Marta Zubillaga, quien forma parte de directorio de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC). En la gestión de Vidal, no obstante, lamentaron perderla dado que tiene un currículum extenso para ocupar ese cargo: un doctorado en la UBA en Toxicología y otro en La Coruña, España. El otro caso que trascendió es el de la hija del ministro de Gobierno, el peronista Joaquín De la Torre, quien salió a cuestionar la decisión en su cuenta de Twitter. “En el afán de querer diferenciarse de los K hacen cada boludez”, sostuvo Jacinta de la Torre, que amenazó con formar “un sindicato de familiares de políticos”. 

No obstante, la principal mirada del Gobierno bonaerense se posó en las intendencias. “Allí es donde históricamente tienen participación los familiares”, indicaron desde la gestión provincial. Los primeros en sumarse  fueron también intendentes macristas. El primero fue el primo del presidente, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien dijo: “Es importante que los municipios lo acompañemos y sigamos trabajando codo a codo para avanzar hacia un Estado más transparente que esté cerca de los vecinos”. El otro fue el de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien ya tiene su decreto anti-familiares. “Un gobierno es un área de servicios, no un lugar para contener a los amigos de la política o los familiares”, dijo Valenzuela.