“Le escribo para manifestar apoyo a la labor de MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos) destinada a lograr la liberación inmediata de Milagro Sala y de todos aquellos detenidos o perseguidos por participar en la protesta social no violenta. Esa labor es una verdadera expresión de la peregrinación de justicia y paz en la que estamos embarcados juntos”. De esta manera, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), reverendo Olav Fykse, se sumó a las personalidades que piden por la liberación de la líder de la Tupac Amaru. El CMI es el máximo organismo de las iglesias cristianas protestantes de todo el mundo. 

“Recordamos la labor del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) en pro de la dignidad y los derechos humanos para todos alzando las voces de los sectores más vulnerables y marginados de la sociedad. Conozco y afirmo el compromiso del MEDH en lo que respecta a abordar la criminalización de las protestas sociales, cuya actual expresión paradigmática en la Argentina es la detención hace casi un año de Milagro Amalia Ángela Sala, dirigente de la Organización Barrial Tupac Amaru, integrante de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE) de la Provincia de Jujuy  y figura líder del Movimiento piquetero de Argentina. El CMI toma nota de la preocupación expresada por el MEDH y muchas otras organizaciones de la sociedad civil de Argentina, acerca de que Sala, prominente activista política, líder social e indígena, está detenida arbitrariamente por su activismo, aun cuando otros cargos pesan contra ella. Dichos cargos no parecen justificar la detención preventiva y mucho menos por tanto tiempo”, escribió Fykse. 

El secretario general del CMI también mencionó que “tras los llamados de Amnistía Internacional y varias otras organizaciones de derechos humanos, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria determinó el 28 de octubre de 2016 que la detención de Milagro Sala era arbitraria y solicitó al gobierno de la Argentina que la liberara”.