CULTURA › LA PIRATERIA PREOCUPA A LOS CABLEOPERADORES
La sofisticación del cuelgue
En sus tradicionales jornadas, la industria del cable se quejó de los ilegales. Denunció que un alto porcentaje de “colgados” pertenece a las clases más pudientes del país.
Por Mariano Blejman
Tal vez una imagen colateral sea elocuente para hablar del espíritu de las jornadas de la Asociación de Televisión por Cable (ATVC) de 2004. En un lujoso salón del hotel Sheraton (donde suceden estas jornadas), en un escenario armado por creativos de Fox al estilo del Lejano Oeste, se observa un muñeco colgado del cuello, desde una horca. Así se solía colgar a los malos –y también a los inocentes– cuando el sheriff los agarraba con las manos en la masa. El asunto es que debajo del “colgado” se observa un cartel que dice “Fox: contra la piratería”. Es evidente que el grupo creativo de la señal no tuvo en cuenta la incómoda asociación. Porque bien podría deducirse de la escena descripta que la industria del cable estaría deseosa de colgar a los “colgados” que no pagan.
El mismo Walter Burzaco, presidente de ATVC, mira al muñeco y desliza una opinión, cuando se sienta a conversar con Página/12: “Ese es un colgado del cable”, dice. Todo esto, en el marco de la conmemoración de los 40 años de vida que está por cumplir el cable en la Argentina, desde su nacimiento en Villa María, Córdoba. Para evitar la piratería, la industria pretende aumentar los controles, hacer campañas de concientización y digitalizar las señales para dificultar el acceso de los “colgados”. Lo curioso es que tanto Burzaco como Hugo Canessa (que nuclea en la Cámara Argentina de Distribuidores de Señales Satelitales) señalaron que un altísimo porcentaje de colgados –más de lo que se cree– está asentado en niveles medios y altos de la sociedad: se amparan en su seguridad (countries, vigilancia de edificios) para evitar, justamente, los controles. El cable local tiene un 50 por ciento de penetración en hogares, uno de los lugares con mayor impacto en el mundo. Llega a 1200 localidades, existen 4.600.000 abonados, 18 millones de personas. La industria factura cerca de 2300 millones de pesos, ofrece 24 mil puestos de trabajo, la mitad con relación de dependencia. El millón de colgados (aparecido mayoritariamente en la pos crisis) da una pérdida de 600 millones de pesos anuales y genera 120 millones menos para el Estado.
HBO argumentó hace unos días que Multicanal no hacía suficientes esfuerzos para evitar la piratería, pero ayer Burzaco se despachó con sutileza sobre el problema. “Son acusaciones infundadas, tenemos trayectoria y responsabilidad social probada.” También se despachó contra quienes intentan modificar el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión 22.285, para posibilitar al Estado y las cooperativas ser dueños de medios y cables. “Ojo con el monopolio de las redes, que lleva al monopolio de servicios e ideas”, dijo Burzaco.
La preocupación de los cableoperadores por la ilegalidad aumentó cuando comenzaron a llegar informes privados que advertían que los sectores más altos usaban su propia seguridad para advertirse a sí mismos que se venía un control de colgados. “Se hicieron mediciones en lugares de alto nivel adquisitivo con conexiones clandestinas y, desde la detección hasta que se ingresó a cortar, todos se habían desconectado”, contó Burzaco. Tanto Hugo Canessa, de la Cadissa, como Fred Medina, gerente de History Channel y A&E Mundo, opinan que la digitalización es imparable. “La piratería perjudica al cableoperador”, dice Medina. “Pero el anunciante no se preocupa porque su producto llega a más gente”, cuenta Medina, quien cree que si hubiese menos piratería el cable debería bajar el precio. Aunque la Argentina está lejos del 70 por ciento de piratería de Colombia.
Burzaco opina que –aunque la industria terminará haciéndolo– la digitalización de la señal no solucionará el problema de la ilegalidad. En definitiva, la digitalización de señales es un negocio millonario y nadie sabe quién lo va a pagar. Aunque todos presumen que serán los propios usuarios finales, acostumbrados a asumir todos los costos. “Saque una cuenta rápida: si cada aparato cuesta 100 dólares y hay más de 4 millones de abonados ¿se trata de un negocio de 400 millones de dólares? La digitalización puede ayudar, pero no es lo único que nos va a salvar.”
La cámara de Cadissa intenta combatir la piratería, ya que desde aquí las casas centrales (Claxson, Hallmark, Discovery, ESPN, Fox, HBO, LAPTV, MGM, MTV, RAI, Pramer, Turner, etc.) manejan los mercados de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile. “Con la crisis se perdió un millón de abonados y se asentó la costumbre del ilícito”, dice Canessa. Hace unos días, la misma señal de la Fox dio un premio contra la piratería, ganado por un canal de cable chileno que implementó un sistema de rastreo cuyo aparato se denomina “Cola de chancho” y detecta colgados en edificios. “Cuando empezaron a usarlo, se descubrió que una gran mayoría de los colgados era de clase media y media alta”, ratifica Canessa.