DEPORTES › JUAN MARTíN DEL POTRO LE GANó UN TITáNICO PARTIDO A BLAKE

“Lo más justo era un empate”

El tandilense apeló a la figura futbolera para explicar un duelo que se definió en un quinto set extendido, después de casi cuatro horas y media de juego. Mañana juega por un lugar en octavos de final del Abierto de Australia.

Juan Martín del Potro sobrevivió a una dura y larga batalla contra el estadounidense James Blake, al que venció 6-4, 6-7 (3-7), 5-7, 6-3, 10-8, para avanzar a tercera ronda del Abierto de tenis de Australia. Ahora, Del Potro, cuarto favorito y último campeón del US Open, se medirá mañana con el alemán Florian Mayer, por un lugar en octavos de final del primer Grand Slam de la temporada.

“Lo más justo habría sido un empate”: Del Potro recurrió al fútbol para explicar su visión del encuentro. “Fue un gran partido, creo que la gente lo disfrutó mucho. En el tenis no se puede empatar, pero habría sido quizás hasta justo, porque él realmente jugó muy bien, a un nivel muy alto.”

El Hisense Arena, el segundo estadio en importancia en el complejo de Melbourne Park, en una noche veraniega inusualmente fresca, fue escenario de una lucha titánica que se extendió por cuatro horas y 17 minutos, hasta que Del Potro, con su decimonoveno ace, definió el nervioso pleito.

Su festejo lo dijo todo: primero levantó los brazos al cielo y enseguida dio un grito con los puños bien apretados, con toda la fiereza que había necesitado para vencer a un Blake auténtico, tan talentoso como díscolo.

De hecho, dio la impresión de que el estadounidense, número 45 del mundo, con algunos errores groseros en la red y pagando el precio de su falta de paciencia en ciertos peloteos, dejó escapar la posibilidad de dar el gran golpe, ante un Del Potro que no estuvo demasiado fino.

Las estadísticas del partido reflejan esa paridad: Blake metió 81 tiros ganadores, contra 69 de su rival, mientras que Del Potro apenas cometió cinco errores no forzados menos. Y también hubo una luz de ventaja en el saque para el argentino.

“El tiene un ranking mentiroso, porque sufrió algunas lesiones, pero tiene nivel para estar 10 o 15 en el mundo; me tocó una segunda ronda muy difícil”, agregó Del Potro, antes de puntualizar que “la diferencia del partido fue a lo último”.

El primer set no dejó entrever lo que sucedería después: Del Potro quebró para 3-2 y se llevó el parcial sin contratiempos. Pero en el segundo, Blake se animó y tras un intercambio de quiebres llevó las cosas al tie-break, en el que estuvo más sólido.

En el tercer set, el estadounidense tuvo su mejor momento, pero volvió a caer a la hora de la verdad, en el cuarto, dándole a su oponente la posibilidad de volver a meterse en el partido.

Blake ya había solicitado fisioterapeuta un par de veces y jugaba con la rodilla vendada; Del Potro, aparentemente sin problemas en la muñeca que lo había molestado hasta el domingo, también reclamaría atención luego, en un costado de la espalda.

Así, averiados físicamente y con sus últimas fuerzas, los dos contrincantes salieron a jugar el quinto set. Blake quebró para 2-0 y Del Potro devolvió gentilezas de inmediato. Parecía que el argentino liquidaría la historia al romper para 6-5, pero Blake quebró e igual a seis al aprovechar su segundo break-point.

Finalmente, el campeón de Nueva York quebró para 9-8 y antes de sacar para partido llamó de nuevo al fisioterapeuta, que le masajeó la pierna izquierda. Blake también era atendido en su banco. Y cuando ambos se pararon para salir a jugar el que sería el último punto, recibieron como premio una ovación del público por su entrega.

Entonces Del Potro hizo valer la potencia de su saque para alzarse con una victoria de segunda ronda mucho más difícil de lo previsto. “Al final yo estuve más concentrado, había que arriesgar y lo hice bien, por ejemplo con dos reveses paralelos que fueron clave, y en pocas pelotas de ese quinto set se definió el partido.”

El argentino afirmó que nunca dio por perdido el cotejo. “No tuve situaciones extremas, como por ejemplo él sacando para partido. Es verdad que nunca me sentí cómodo, que hubo puntos muy cortados, seguramente fue la táctica que él tenía. Pero me fui adaptando, mejorando mi saque y terminé bien.”

Del Potro admitió que la experiencia que ha ido ganando en el circuito le sirvió para manejar el partido, y que incluso en algunos momentos se acordó de pasajes de su victoria a cinco sets sobre el suizo Roger Federer, en la final del último US Open.

Tras aclarar que apenas sintió dolor en la muñeca derecha –la semana pasada se retiró del torneo de Kooyang por una molestia– reconoció que de cara al partido de mañana la prioridad pasará ahora por descansar: “Estoy contento porque gané, pero a la noche me va a doler todo”.

El próximo escollo en su camino será Mayer, verdugo del serbio Viktor Troicki, tras remontar el primer set y vencer 4-6, 6-4, 7-6 (7-2), 6-1. El historial los iguala, ya que el alemán venció a Del Potro en Stuttgart 2006, y el argentino hizo lo propio en Melbourne, en la segunda ronda del Abierto australiano del año pasado. “Nunca te tira dos o tres pelotas iguales, tiene un juego con muchas variantes y es peligroso, espero recuperarme bien para ese partido.”

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El gesto de Del Potro lo dice todo: fue una batalla.
Imagen: EFE
 
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