Chile Films es a su país lo que Torneos y Competencias al nuestro. Aunque más grande, produce las transmisiones del Canal del Fútbol (CDF), del que tiene el paquete mayoritario la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). A diferencia de la AFA, los dirigentes trasandinos controlan más el negocio, pero el empresario insignia del fútbol chileno, Cristian Varela, atiende a los dos lados del mostrador. Maneja Chile Films y es vicepresidente de la ANFP. Su compañía facturó en 2014 unos 3 mil millones de pesos o, el equivalente al cambio de hoy, de 4.726.971 dólares. Esa suma por 287 partidos de todos los torneos.

Podía presumirse entonces lo que iba a suceder con las transmisiones de la Copa América. Chile Films comercializó los derechos. Con una curiosidad: se asoció con el preso VIP Alejandro Burzaco en la producción televisiva de los partidos del certamen continental. En rigor, TyC contrató a Chile Films para realizarla. Varela, en otro nicho del negocio, asimismo le extendió a Full Play, la empresa de Hugo y Mariano Jinkis (también bajo detención domiciliaria) un contrato hasta 2017 por el cual se les concedió los derechos televisivos del torneo de fútbol chileno para el exterior.

Varela, Burzaco y los Jinkis se conocen muy bien. Pero los diferencia la actualidad. El chileno, que de joven profesó su fe pinochetista, tiene un cuñado, Edmundo Eluchans, que es diputado de la UDI, una de las principales fuerzas de derecha. Los tres empresarios argentinos recién comenzaron a ser sometidos a un largo proceso de extradición a Estados Unidos. Los Jinkis zafaron acá de estar en la cárcel. A Burzaco, que tiene un hermano en el PRO de Mauricio Macri, lo asesora Roberto Pisano, un abogado italiano que defendió en causas de corrupción a Silvio Berlusconi. Varela puede ambicionar más en el mundo del fútbol: se integró hace poco a la Comisión de Finanzas de la Conmebol. Sus socios en la Copa América y los campeonatos chilenos no van a ir muy lejos. Deberán dedicarse a estudiar la espesa acusación que cayó sobre ellos en el escándalo de la FIFA. Por lo pronto, tienen que ver los partidos de la Copa América detenidos. El dueño de Chile Films, en cambio, de lo único que debería preocuparse es de las denuncias de sus trabajadores. Lo acusan de prácticas negreras durante el torneo. Varela controla un holding que factura más de 150 millones de dólares al año, tiene las cadenas de cine Hoyts y Cinemundo, la distribuidora Andes y está presente en cinco países de Sudamérica.