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“Va a ser hermoso debutar como local en el Buenos Aires Lawn Tennis Club en un estadio que va a estar repleto”, se ilusiona Guillermo Coria. El día en el court es febril pero agradable. La preparación para el comienzo de la serie contra la República Checa, mañana, está a punto de alcanzar su punto óptimo y la confianza del equipo argentino es plena. “La Davis es diferente al circuito porque el fin de semana todos van a alentar por la Argentina”, asegura el número cinco del mundo.
“Hay equipos de países que, como el nuestro, en condición de locales son buenos –arriesga, cerca, David Nalbandian–. Cuando el visitante viene aquí sabe que es complicado, porque en casa somos casi imbatibles. Pero también sabemos que podemos ganar en cualquier lado.”
El cordobés abrió el entrenamiento matutino jugando singles contra Guillermo Cañas, demostrando un gran nive con su derecha. Cañas, impotente, tiró al piso la raqueta en tres ocasiones. Después del partido, que duró una hora y 38 minutos, entraron al court central Coria y Calleri, que jugaron durante 90 minutos.
“Esta cancha me trae hermosos recuerdos y eso es muy bueno también. Acá gané la Copa Ericsson en el 2002, fui finalista en el ATP en el 2003 y campeón el año pasado”, indicó Coria, quien al igual que el resto de sus compañeros se mostró de muy buen humor durante las prácticas. Antes de darle a la pelota, el número cinco del mundo y Calleri fueron a realizar un trabajo físico por espacio de 20 minutos.
Varios tenistas, entre ellos Mariano Zabaleta, Gastón Etlis –que está colaborando con la pareja de dobles– y Juan Mónaco entraron a la cancha para saludar a los integrantes del equipo. “Hay muy buena onda entre todos. Es claro, desde la carta del año pasado –cuando se pidió la destitución de Gustavo Luza y el nombramiento de Alberto Mancini– que todos queremos ganar la Copa Davis”, puntualizó el santafesino.
“En esta serie somos candidatos al triunfo –opinó Nalbandian en coincidencia–, pero no creo que ellos quieran perder. Nosotros vamos a salir a la pista tranquilos, sabiendo lo que tenemos que hacer. Y si no nos desconcentramos y hacemos las cosas bien no tendríamos que tener problemas”, añadió.
Las localidades para el match están agotadas desde hace rato y eso entusiasma a los integrantes del equipo argentino. “Es muy bueno que venga mucha gente –a Coria se le llenan los ojitos de luz–. Si ponían 5000 entradas más también se vendían. Hay mucha expectativa y nosotros también la tenemos.”
Antes de irse al vestuario, arriesga un análisis del rival: “Con Jiri Novak jugué varias veces y es un rival difícil. A Thomas Berdych le gané en Australia sobre cemento y a Tomas Zib no lo conozco tanto. Pero ellos fueron a jugar la semana pasada a Acapulco para prepararse para esta serie”.