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A cada fecha que pasa, el torneo Clausura apunta a un equipo diferente como principal candidato a quedarse con el certamen. Primero era Central, pero a partir de su derrota con Boca arrancó en caída libre. Tras la 10ª fecha, el líder era River y todo pintaba para que se cortara, aunque en las cuatro fechas siguientes sacó sólo un punto. El favorito pasó a ser Estudiantes, pero en las jornadas 12 y 13, en las que estaba puntero, apenas sacó un punto de seis y se bajó de la cima. Cuando Racing llegó arriba, por su supuesto fixture sencillo, sacó chapa, pero el siguiente compromiso no pudo superarlo con éxito ante Huracán en Tres Arroyos.
Entonces, por su lugar en la tabla y por el presente futbolístico, el puntero Vélez ahora luce como el principal favorito, dentro de un campeonato parejísimo. Claro que por antecedentes habrá que esperar para reafirmar esa sentencia.
Pero más allá de lo que indican los números y de las impresiones que quedan tras cada fecha, Vélez surge como el de mayores méritos futbolísticos. Se afianzó luego de un comienzo irregular en el que sacó dos unidades de nueve y, tras su caída en la segunda fecha ante Quilmes, ya no perdió, lo que lo convierte en el equipo con menor cantidad de derrotas. Además, se hizo fuerte de local y lleva seis triunfos seguidos en el estadio de Liniers. En cuanto a personalidad, hasta ahora Vélez demostró que es el candidato que mejor soportó la presión en los partidos importantes o cuando le tocó estar en la punta.
Les ganó a todos los grandes que enfrentó, en un momento en el que San Lorenzo, Boca e Independiente todavía estaban en plena carrera. Y también pudo con Racing, en un duelo mano a mano que definió con un gol sobre la hora de Leandro Gracián. Ya como puntero, sacó un valioso empate como visitante ante Colón, jugando más de un tiempo con un futbolista menos, y también se impuso con solvencia a Banfield. Ante situaciones parecidas, Racing y Estudiantes no lo lograron: el conjunto de Rivarola apenas empató con Huracán de Tres Arroyos cuando debió mantener el primer lugar, mientras que el de Merlo no pudo ganarle a Lanús y cayó de local con San Lorenzo estando puntero.
A partir del liderazgo que ejerce Fabricio Fuentes, el equipo de Miguel Russo tiene una defensa muy sólida, la menos goleada del campeonato, con apenas diez tantos en contra. “Banfield le llegó 19 veces a Independiente por aire –cuenta el entrenador–. A nosotros solo nos llegó cinco.” Por funcionamiento está capacitada para suplir alguna ocasional ausencia sin que se resienta la estructura. Han faltado el propio Fuentes y Maximiliano Pellegrino, algunas veces en el lateral derecho apareció Ladino, en otras jugó Cubero, pero el rendimiento no decayó de manera remarcable.
No sólo los defensores son responsables de la garantía de la última línea. En un equipo muy solidario, los volantes y hasta los delanteros colaboran. Más tranquilo en el arco que en torneos anteriores, Gastón Sessa está cumpliendo un campeonato muy bueno.
Para afianzar sus chances, Vélez también cuenta con individualidades de peso, que figuran entre los mejores futbolistas del torneo. Como volante o delantero, Lucas Castromán demostró que hace diferencia en el campeonato argentino. Consiguió goles muy importantes: ante Boca, el del empate ante Central en el último minuto y el que abrió el camino a la victoria ante Banfield. El otro jugador clave para el plantel de Liniers es Rolando Zárate, que es la principal referencia ofensiva del equipo. Si bien no está cumpliendo un gran campeonato y se perdió varios partidos por una lesión, su presencia es fundamental, ya que aporta gol por arriba, por abajo y hasta de tiro libre.
Otro factor relevante para Vélez pasa por la consolidación de algunos futbolistas que siempre apuntaron bien, pero que por diferentes razones no habían tenido la chance de completar un campeonato entero en gran nivel. Gracián es el caso más sintomático. Con confianza y continuidad, el enganche de Vélez tiene mucho protagonismo en el equipo de Russo y logró brindar su fútbol durante más minutos por partido. Jonás Gutiérrez es otro que está en el punto más alto de su trayectoria, con la madurez necesaria para aprovechar su reconocida velocidad. En el otro carril, la aparición de Marcelo Bravo también se transformó en una pieza de trascendencia en el andamiaje del equipo.
Quedan cinco partidos y Vélez mostró argumentos suficientes para aspirar al título. Es cierto que a veces le falta juego, que se le complica abrir los partidos ante defensas cerradas, que varios de sus juveniles pueden sentir la responsabilidad para dar el gran salto, que los delanteros suplentes están varios escalones debajo que los titulares y que todavía debe pasar exámenes difíciles como River en el Monumental y Estudiantes. Pero también es verdad que nadie parece tener mucho más que el por ahora líder.