El precio de la soja subió ayer otros 10 pesos, hasta 920 la tonelada, y acumula un alza de 24,3 por ciento en el último mes y medio, más precisamente desde que el 26 de febrero tocó el piso de 2009 al venderse a 740 pesos. El valor de cierre en la Bolsa de Comercio de Rosario se ubica inclusive por encima de los 890 pesos de un año atrás, si bien está aún 11 por ciento abajo de los 1054 pesos registrados el 10 de marzo de 2008, un día antes de entrar en vigencia la Resolución 125. El precio al que se negoció ayer la oleaginosa en el recinto rosarino fue asimismo notoriamente superior a los mínimos registrados durante el año pasado.

De igual modo, el valor actual de la soja es 37,3 por ciento más elevado que los 670 pesos del 15 de octubre del año pasado. Por entonces, la caída de Lehman Brothers en Nueva York marcó violentos derrumbes en Wall Street y acentuó las tendencias recesivas luego exportadas al planeta. El valor mínimo de la serie reciente se registró el 5 de diciembre último, cuando se tocaron los 640 pesos por tonelada del grano, es decir, un tercio menos que hoy. Considerando un período más extenso, la cotización de la soja desde comienzos de año ronda los 850 pesos la tonelada, un nivel prácticamente similar al de enero septiembre de 2008, es decir, antes de que se acentuara la caída de la actividad en Estados Unidos.

En sorgo, las ofertas fueron de 300 pesos (10 menos que la rueda anterior), mientras para el girasol disponible las fábricas pagaban 670 pesos (10 más que el viernes) la tonelada con descarga. El trigo no mostró cambios respecto de la semana pasada.

Por su parte, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) informó ayer una caída de 23 por ciento en las exportaciones de harina, comparando el último semestre octubre/marzo contra el mismo período del año anterior. Entre octubre de 2007 y marzo de 2008 se habían despachado al exterior 585 mil toneladas de harina y entre octubre de 2008 y marzo de este año se exportaron sólo 451 mil toneladas.

Según la FAIM, Brasil, el país más importante de las exportaciones de harina de trigo argentina, ha sido uno de los destinos más afectados, registrando una disminución de 31 por ciento en el mismo período. La cámara que nuclea a los industriales molineros señaló en un comunicado que la baja de ventas externas se dio “como consecuencia de la crisis internacional en nuestro comercio”. La retracción a ese país explica el 91,5 por ciento de la caída total.