ECONOMíA › EL FLOJO DESEMPEñO EXPORTADOR DE MATERIAS PRIMAS EN FEBRERO RESINTIó EL SALDO COMERCIAL

La cosecha no se subió a la balanza

El saldo de la balanza comercial de febrero fue positivo, pero uno de los más bajos de los últimos años. El panorama se normaliza a medida que los exportadores van liberando los granos. Las importaciones repuntan por la recuperación interna.

El saldo comercial en febrero registró un fuerte retroceso y se ubicó en el nivel mensual más bajo desde 2008. El ingreso de divisas por vía comercial llegó a 604 millones de dólares, una baja del 53 por ciento interanual. Las cifras corresponden al informe mensual del Indec. La particularidad del mes pasó por el flojo desempeño exportador, explicado por la retención de cosecha por parte de los exportadores, la estacionalidad –todavía no está disponible el fuerte de la cosecha de soja y maíz– y la sequía. Los analistas coinciden en que en los próximos meses el panorama se despejará. En cambio, las importaciones continuaron su marcha ascendente, mostrando el repunte de la economía local. Al cierre del primer bimestre, la balanza comercial arrojó un saldo positivo de 1821 millones de dólares, monto que es un 19 por ciento inferior al de igual período del año pasado.

Las exportaciones en febrero llegaron a 4060 millones de dólares, creciendo sólo un 3 por ciento frente al mismo período de 2009. Si se toma únicamente la modificación en cantidades, la variación es nula. En tanto, las importaciones avanzaron un 30 por ciento, llegando a 3456 millones. A diferencia de las ventas externas, el desempeño de las compras se debió al aumento de cantidades, ya que los precios no registraron variaciones.

El desempeño exportador es más flojo aún teniendo en cuenta que la comparación interanual se realiza frente a un período –febrero de 2008–- en el que las ventas ya habían caído un 25 por ciento. En este marco, el impulso provino de las manufacturas de origen industrial, que crecieron un 28 por ciento, logrando compensar las bajas en productos primarios (-13 por ciento) y manufacturas de origen agropecuario (-10 por ciento).

“Las exportaciones son la clave para entender la caída en el saldo de febrero, que fue un mes atípico”, apuntó a Página/12 Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com. Hubo un fuerte retraso en la venta de cereales –fundamentalmente trigo– con una baja de 24 por ciento y semillas y frutos oleaginosos –soja–, que bajaron 73 por ciento. “Los precios de los commodities no fueron de lo mejor y por eso los exportadores decidieron esperar un tiempo. Aunque todavía los valores no se han recuperado tanto, las ventas comenzaron porque en abril empieza a entrar la nueva cosecha”, agregó el especialista. Esto se reflejó en la plaza cambiaria, donde hubo importantes liquidaciones durante las últimas ruedas.

La directora del Estudio Bein, Marina Dal Poggetto, coincide en que en los próximos meses las exportaciones agropecuarias volverán a repuntar. Sin embargo, entiende que el problema en febrero pasó más por una cuestión de estacionalidad y efectos de la sequía. “En el caso del trigo, la retención de los exportadores tuvo algún efecto, pero lo cierto es que la cosecha de soja todavía no apareció y la de maíz recién está entrando”, explicó a este diario.

Retrasadas las ventas agropecuarias, las exportaciones industriales tuvieron que sostener el desempeño general. La suba estuvo liderada por el sector automotor, que creció 98 por ciento principalmente por ventas a Brasil. En tanto, productos químicos crecieron 30 por ciento. El mayor alza provino de metales y piedras preciosas y monedas, por ventas de oro a Suiza y Canadá, con 156 por ciento. También creció combustibles y energía con el 6 por ciento, a partir de un muy fuerte aumento de precios que más que compensó la baja en cantidades.

El avance de las importaciones es una respuesta al repunte en la demanda local a partir del incipiente despegue económico. Por otro lado, el relajamiento de las restricciones comerciales permitió incrementar las importaciones, fundamentalmente de Brasil, origen del 32 por ciento del total de las compras externas.

El ascenso en las importaciones de febrero estuvo motivado en parte por bienes intermedios y compras de vacuna contra la gripe, entre otros. A la vez, aumentó la compra externa de bienes de capital por adquisiciones de aviones y vehículos. También sobresalieron los bienes de consumo –incluidos vehículos automotores de pasajeros–, que subieron un 39 por ciento.

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La suba de exportaciones industriales (28 por ciento) no alcanzó a compensar la caída de las primarias.
Imagen: Pablo Piovano
 
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