ECONOMíA › EL JUEZ GRIESA RECHAZó UN PEDIDO PARA BLOQUEARLO

El canje sigue en pie

Por una vez, el juez de Nueva York Thomas Griesa dictaminó en favor de la Argentina. Fue al rechazar una presentación colectiva de diez grupos de acreedores que pretendían trabar la reapertura del canje de deuda, operación que ahora quedó despejada para su puesta en marcha. Fuentes del Ministerio de Economía dijeron a este diario que confiaban en que el magistrado tomaría esa decisión, de la que tenían indicios, por lo que el juez había conversado con los abogados que representan al país en Estados Unidos, pero de todos modos celebraron el fallo. De hecho, en otras ocasiones Griesa también había manifestado que no afectaría el proceso del canje y luego sorprendió con la ampliación de un embargo sobre cuentas del Banco Central ante la Reserva Federal, decisión que se encuentra apelada.

Esta vez Griesa consideró que alterar el canje perjudicaría a los propios acreedores. Hacer lugar a la petición de los demandantes que pretendían interrumpir la operación “implicaría a la Corte en acciones que podrían significar que el grupo demandante quede afuera de cualquier oportunidad de (nueva) oferta de canje, sin seguridad de que una ‘mejor’ opción pueda aparecer”, sostiene el último párrafo del fallo, adonde se fundamenta el rechazo a la solicitud. La mayoría de las acciones colectivas son de grupos de bonistas minoristas. No aparecen los nombres habituales de los fondos buitre que litigan en la corte de Nueva York, como Dart o Elliot.

El juez había realizado una audiencia el 15 de abril para escuchar los argumentos de las partes, tras lo cual se reservó su decisión. Ese mismo día el ministro Amado Boudou comunicó en Buenos Aires los detalles de la oferta a los holdouts y cuatro días después completó la inscripción del prospecto ante la SEC, el organismo regulador de los mercados financieros de Estados Unidos. Griesa indica en su fallo que seguirá la marcha de la operación, pero que no correspondía bloquearlo como pretendían los demandantes.

Aunque previsible, el fallo despeja una amenaza latente sobre el canje. Ahora lo único que falta para que finalmente pueda arrancar es que los organismos reguladores de Italia y Luxemburgo den su visto bueno al prospecto. Boudou estimó a fines de la semana pasada que los primeros días de ésta se destrabaría el proceso. Ayer no hubo novedades y para hoy en la Secretaría de Finanzas creen que podría llegar alguna comunicación desde Europa, ya sea la habilitación definitiva o un paso intermedio que la acercaría bastante. En Economía, mientras tanto, esperan que no se produzca ningún sacudón en los mercados financieros internacionales que impacte localmente en los precios de los bonos. Si eso ocurriera, la oferta perdería atractivo y el porcentaje de adhesión podría disminuir. De allí que existe ansiedad por poder arrancar con el trueque de bonos.

Griesa, que ahora falló en favor de la Argentina al rechazar un bloqueo sobre el canje, a principios de abril sorprendió con la ampliación de un embargo sobre cuentas del Banco Central. Esa resolución fue apelada por el estudio de abogados que representa al Estado. La Cámara de Apelaciones es la que deberá dictaminar si ratifica o anula ese fallo de Griesa. En ocasiones anteriores, se inclinó en favor de la posición argentina.

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Griesa consideró que trabar el canje perjudicaría a los propios acreedores.
Imagen: DYN
 
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