ECONOMíA › UN CONTEO CAMBIANTE A LO LARGO DE LA JORNADA. EL INTENTO DEL OFICIALISMO POR ATAR UN ACUERDO SOBRE DISIDENCIAS PARCIALES

Cuando algunos votos valen políticamente por un veto

Pese a que la votación se preveía negativa por escaso margen, el Frente para la Victoria eligió dar quórum y enfrentar el debate. Las disidencias en particular buscaron capitalizarse para volver con un proyecto modificado a Diputados.

 Por Sebastián Premici

“Es todo muy raro. El oficialismo da quórum cuando la oposición todavía no lo había alcanzado. Me parece que será una votación muy cerrada, que se va a definir a último momento”, indicó a Página/12 el fueguino José Martínez (ARI) no bien arrancó la sesión en el Senado por el 82 por ciento móvil. Durante toda la jornada, las miradas del oficialismo y la oposición estuvieron puestas sobre varios senadores que, con el correr de las horas, se fueron convirtiendo en claves para el resultado final de la sesión: Luis Viana y César Gioja por el FpV, José María Roldán (Alianza Frente de Todos), Horacio Lores (Movimiento Popular Neuquino) y Oscar Castillo (Frente Cívico y Social), cercano al radicalismo, que estuvo ausente. La posibilidad de un nuevo desempate de Julio Cobos también atravesó la jornada. De todas maneras, al cierre de esta edición el oficialismo calculaba una derrota a medias: mayoría simple a favor del proyecto, pero con algunos cambios en su articulado que obligarían a una nueva votación en la Cámara de Diputados.

Cuando faltaban diez minutos para que transcurriera la media hora reglamentaria para el comienzo de la sesión, la oposición todavía no había alcanzado el quórum necesario. Apenas superaban los veinticinco senadores. Para ese entonces, el conglomerado opositor mostraba signos de preocupación: todos tenían el celular en la mano en busca de los colegas ausentes. Sin embargo, el escenario cambió cuando el Frente para la Victoria decidió ingresar al recinto.

“Venimos a darles una mano porque sin nosotros no pueden”, arengó José Mayans con tono sarcástico. El formoseño era secundado por Nicolás Fernández (Santa Cruz) y Eric Calcagno (Buenos Aires). También Pichetto entró abruptamente, junto al resto de sus colegas.

–¿Por qué dieron quórum? –preguntó Página/12 al senador Mayans.

–La verdad, que era cuestión de tiempo hasta que ellos consiguieran el quórum. (Marcelo) Guinle y (Horacio) Lores iban a bajar al recinto, así que, minutos más o menos, la sesión iba a comenzar. Entonces decidimos bajar para dar la pelea.

–¿No es una explicación un tanto benévola de su parte? –insistió este diario.

–Bueno, la otra posibilidad es que sabemos que vamos a ganar. Lores probablemente vote en contra, ya que tiene su propio proyecto para llegar al 82 por ciento móvil de manera progresiva. Si el país sigue creciendo, en cinco años podríamos tener el 82 por ciento móvil para todos los jubilados. Pero ahora no. El proyecto de la oposición es desfinanciar las cajas provinciales.

Cuando promediaban las tres de la tarde, se encontraron en uno de los pasillos del Senado José Pampuro y Elena Corregido, ambos del oficialismo, con José Martínez. El fueguino explicaba a sus colegas cómo era su iniciativa de ley para beneficiar a 600.000 personas que están fuera del sistema y les ratificaba que votaría en contra, junto a su colega María Rosa Díaz.

Cuando terminó esa conversación, se cruzó Lores. “Voto en contra”, les anticipó el neuquino a Corregido y Martínez. Como parte de la trama de la jornada, el neuquino mantuvo ayer una reunión con asesores del gobernador de su provincia, Jorge Sapag, quienes querían saber por adelantado la intención de su voto. Los asesores del mandatario se marcharon tranquilos.

A las seis de la tarde, la posible votación seguía pareja. Con Carlos Saúl Menem con licencia por cuestiones de salud, las principales dudas recaían sobre Viana, Gioja –los dos del oficialismo–, Roldán y Castillo, este último ausente sin aviso. “Castillo está en Buenos Aires, pero tiene el celular apagado, así que en el bloque radical no sabemos qué hará”, respondió a la consulta de este diario el tucumano Juan Manuel Cano, del Acuerdo Cívico y Social.

Uno de los primeros en disipar dudas sobre su voto fue Roldán. “Las AFJP fueron una estafa lisa y llana a los jubilados, donde unos vivos cobraban suculentas comisiones y nos vendían la idea de que vivíamos en el Primer Mundo. Un sistema previsional no debe ser una caja para la discrecionalidad de los humores políticos, donde se financian cosas que no tienen nada que ver con el sistema previsional. Pero no vamos a curar un mal con una enfermedad peor”, indicó el correntino, y adelantó su voto negativo.

A su turno, Viana afirmó que también votaría en contra. “Es lógico que luchemos por el 82 por ciento móvil, pero tenemos que tener un proyecto que se pueda sostener en el tiempo. Si a los 120 días de votar esta iniciativa nos quedamos sin fuentes financieras, el proyecto se hace inviable”, afirmó.

Los ánimos del oficialismo comenzaban a recuperarse, aunque faltaban las definiciones de Gioja y Castillo, que seguía sin pisar la cámara. El sanjuanino argumentó a favor del proyecto pero indicó que propondría algunas modificaciones sobre el financiamiento. Sin embargo, nunca dijo que su voto sería positivo.

Las apuestas del sanjuanino fueron a dos puntas: tanto desde el oficialismo como desde la oposición indicaron a este diario que Gioja votaría a favor del proyecto como respuesta (“vuelto”, expresaron muchos legisladores) a la sanción de la Ley de Glaciares. En cambio, otros hablaron de sus pretensiones electorales. “Gioja es un librepensador, está jugando también su candidatura a gobernador” para reemplazar a su hermano José Luis, señaló a este diario una fuente del FpV.

Con Gioja todavía en dudas (o con su voto a favor en la votación en general pero con salvedades en particular) y con Castillo (los radicales lo contaban como un voto en contra) sin aparecer, el oficialismo empezó a manejar la hipótesis de una derrota por dos votos de diferencia. Sin embargo, también se manejaba la posibilidad de que el proyecto volviera a Diputados, ya que varios legisladores, como Carlos Verna, Gioja y Guinle, se pronunciaron a favor de estipular diferentes fuentes de financiamiento. La expectativa del oficialismo se limitaba, en ese caso, a ganar algo de tiempo hasta que llegara la definición definitiva sobre este polémico proyecto.

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Luis Viana, del Frente para la Victoria. El voto del misionero es uno de los que aparecía en duda y sometido a tironeos.
Imagen: DYN
 
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