ECONOMíA › VARIOS PAISES IMPULSARON AMNISTIAS FISCALES SIMILARES EN LOS ULTIMOS AÑOS

Afuera también se consigue

Estados Unidos aprobó blanqueos en 2009, 2011 y 2012. Portugal lleva tres en ocho años y México, seis desde 1989. España e Italia también buscaron seducir evasores con políticas similares para incrementar su recaudación.

Las dos principales críticas que recibió el proyecto de blanqueo de dólares por parte de la oposición fueron que premia a los evasores y que no es una práctica habitual en otros países. “Esto no sucede en ningún lugar del mundo, en ningún país que sea serio”, aseguró ayer el diputado Francisco De Narváez al ser consultado sobre la iniciativa oficial en un programa radial. Sin embargo, la historia reciente muestra que varios países han impulsado amnistías fiscales de características similares a la que la Cámara de Diputados aprobó ayer. En todos los casos se eximió de obligaciones tributarias y de penalidades a quienes participaron, pues se consideró que el dinero que podía ingresar a las arcas públicas lo justificaba.

- Estados Unidos. Periódicamente lanza programas de blanqueo impulsados por el Servicio de Impuestos Internos (IRS, según sus siglas en inglés). Los últimos tres fueron en 2009, 2011 y 2012. Los procedimientos implicaron reducciones de multas, eximición de acciones penales y otras facilidades para el cumplimiento de las obligaciones. “Hoy estamos anunciando una serie de medidas con sentido común para ayudar a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero a ponerse al día con sus obligaciones tributarias”, aseguró Doug Shulman, comisionado del IRS, al justificar el último blanqueo. Ya en 2011, en ocasión del anteúltimo plan de exteriorización de capitales, había afirmado que la meta era que los ciudadanos que habían evadido regresaran al sistema tributario de Estados Unidos y había remarcado que si no lo hacían, en el futuro aumentaría la presión sobre ellos porque el gobierno estaba siendo cada vez más agresivo en la persecución de esos delitos a nivel internacional.

- España. En marzo de 2012 aprobó un proceso especial de regularización tributaria. Allí se estableció que los evasores no podrán ser sancionados ni acusados de un delito por los bienes declarados a partir del blanqueo. La regularización no sólo benefició a los capitales en cuentas en el extranjero, sino también al dinero negro oculto en España, que se pudo blanquear previo el pago del 10 por ciento de las rentas no declaradas y no prescriptas (en el caso de las empresas, fue el 8 por ciento). El 4 de junio del año pasado, le preguntaron en una entrevista a Miguel Ferre, secretario de Hacienda español, si la amnistía fiscal suponía una derrota del Estado de derecho y el funcionario respondió: “Reconozco que esta medida puede entenderse como poco equitativa, contraria al sacrificio que se hace cuando pagamos impuestos. Pero la regularización es un ejercicio de realismo y decisión. Creo que es lo que le conviene a España y eso es más importante que el costo político de un plan que puede resultar impopular”. Finalmente, el gobierno informó que el blanqueo permitió aflorar 40 mil millones de euros de rentas no declaradas, cifra equivalente a cuatro puntos del PBI. De ese total, 28 mil millones no pagaron nada porque el delito ya estaba prescripto y sobre los otros 12 mil se aplicó un gravamen de 10 por ciento, que le permitió al Estado español recaudar 1192 millones de euros.

- México. Desde 1989 impulsó seis amnistías fiscales (1989, 1990, 1995, 2005, 2009 y 2013). En todas se argumentó que la medida serviría para repatriar capitales, regularizar contribuyentes y mejorar las arcas fiscales. La última amnistía está dirigida a los que evadieron el pago de créditos fiscales por contribuciones federales y recargos y multas derivados de esos créditos entre enero de 2007 y diciembre de 2012. En el caso de los créditos, se condona el 80 por ciento y en el de multas, el ciento por ciento. El gobierno espera recaudar 40 mil millones de dólares.

- Portugal. El Estado implementó en los últimos ocho años tres ediciones de su Régimen Excepcional de Regularización Tributaria (2005, 2010 y 2012). En el último estableció una tasa del 7,5 por ciento a los activos blanqueados y eximió de obligaciones tributarias y de penalidades a quienes participaron. La oferta del Estado luso atrajo casi 3500 millones de euros, lo que le permitió recaudar 258,4 millones de euros. La propuesta estuvo apuntalada por la firma de acuerdos de intercambio de información fiscal con una serie de paraísos fiscales, entre los que se encuentran Suiza, Luxemburgo, Islas Caimán, Panamá, Gibraltar y Singapur.

- Italia. El gobierno de Silvio Berlusconi impulsó en 2009 una ley de amnistía fiscal con el objetivo de reducir el déficit. Estuvo destinada a quienes tenían capital oculto en paraísos fiscales y ofreció eximir de delitos fiscales a quienes compraran deuda soberana. Se estima que a partir del blanqueo ingresaron al país unos 95 mil millones de euros. Antes hubo otros dos blanqueos, en 2001 y 2003.

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En la AFIP aspiran a recaudar cerca de cuatro mil millones de dólares con el nuevo blanqueo.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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