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El Ministerio de Economía comprometió a la organización Diálogo Argentino, conformada por los representantes de los principales cultos que se profesan localmente y por una multitud de organizaciones no gubernamentales, para que mostrara la realidad social argentina a las asociaciones de bonistas del exterior que visitarán el país. Así lo informó el ministro Roberto Lavagna en una conferencia de prensa que también aprovechó para realizar anuncios que muestren que no todas las decisiones de su cartera pasan por la relación con el FMI. Las buenas nuevas son el mantenimiento hasta el 31 de marzo de 2005 de los incentivos al consumo a través de la prórroga de la reducción en 5 puntos del IVA a las compras con tarjetas de débito y en 3 puntos a las de crédito. También se mantendrá la devolución del 14 por ciento a las ventas de bienes de capital nacionales.
El Ministerio de Economía ya había anunciado que la invitación a los bonistas del exterior incluiría en el paquete no sólo las reuniones técnicas con los funcionarios del Palacio de Hacienda, sino también un paseo por la crítica realidad social argentina. El camino finalmente elegido para llevar adelante la tarea fue la elección de lo que probablemente resulte la organización que, a juzgar por sus integrantes, representa la más extensa muestra de la sociedad civil argentina: Diálogo Argentino. La agrupación, surgida al calor de la crisis de fines de 2001, incluye una amplia representación de organizaciones confesionales –católicas, evangélicas, musulmanas y judías–, pero también gremiales, como la CTA, y académicas, como el Grupo Fénix. No faltan allí los Scouts y el Rotary Club y hasta representantes del PNUD y la Federación Agraria. Si hay algo que nadie podrá cuestionarle al Ministerio de Economía es la pluralidad de sus mediadores con los acreedores. Según anunció Lavagna ayer, los bonistas serán “invitados a contactarse con la sociedad civil argentina”. De lo que no cabe duda es de que los guías serán heterogéneos
Probablemente para evitar la incómoda sensación de que la agenda de la política económica está regida por el áspero ping pong con el FMI, Lavagna también anunció otras medidas. Entre ellas dos postergaciones. La primera del vencimiento el próximo 27 de marzo del sistema de devolución de 5 puntos del IVA (4,13 por ciento en el precio pagado por el consumidor) para las compras con tarjetas de débito y de 3 puntos (2,48 en el precio) para las tarjetas de crédito. De acuerdo con la resolución 211 firmada ayer, el vencimiento del incentivo se producirá ahora el 31 de marzo del 2005. Lavagna sostuvo que ello permitirá continuar con la doble estrategia de “seguir impulsando el consumo como motor del crecimiento” y con “la política de blanqueo de las operaciones comerciales”.
La segunda postergación fue la del régimen el reintegro del 14 por ciento sobre las ventas de bienes de capital fabricados en el país. Esta medida fue pensada como una medida de protección para los productores locales luego del establecimiento del arancel cero para los importados. Aunque todavía no se firmó el decreto correspondiente, el ministro aseguró que la decisión es un hecho.
En el resto de la conferencia de prensa, Lavagna se abocó a aclarar lo que consideró “malentendidos de la prensa” con respecto a la eliminación del tope de 4800 pesos para el pago de cargas sociales. Luego de afirmar que mantener dicho tope carece hoy de sentido, explicó que “lo que está en estudio es eliminar en etapas progresivas el tope, pero exclusivamente para las cargas patronales y no para las contribuciones personales”. Esto quiere decir, insistió, que en ningún caso se verán reducidos los salarios. Sobre el efecto fiscal de la medida, el ministro calculó que si se lleva el tope a 6000 pesos, se obtendría un incremento de la recaudación de 140 millones de pesos, los que se extenderían a 279 millones si el tope se llevase hasta los 8000 pesos. Sin embargo, los mayores ingresos podrían diluirse si, como también anunció el ministro, se habilita la posibilidad de computar estos cargos a cuenta de Ganancias. En ese caso, sólo se obtendría “un mayor blanqueo”.