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El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, adelantó que el Gobierno negocia con las empresas que comercializan gas licuado de petróleo la posibilidad de reducir el valor de las garrafas no subsidiadas. Fue durante la conferencia de prensa en la que anunció que el Presidente de la Nación rubricó ayer el mensaje al Congreso que acompañará la ley de creación de la empresa Energía Argentina SA, Enarsa. El precio de la garrafa en el mercado, que en promedio se comercializa a 25 pesos por 10 kilogramos pero que en algunas regiones llega a 30 pesos, fue duramente cuestionado por Eduardo Mondino, defensor del Pueblo de la Nación, que denunció que las empresas productoras hacen “abuso de posición dominante”.
Precisamente, esta figura es una de las cuales daría lugar a la intervención de Enarsa en el mercado, de acuerdo con el mensaje suscripto ayer por Néstor Kirchner. “Energía Argentina SA podrá intervenir en el mercado a efectos de evitar situaciones de abuso de posición dominante originadas en la conformación de monopolios u oligopolios”, señala el texto, que también la habilita para “operar en cualquier segmento de la cadena de valor de los bienes energéticos en forma integrada o independiente, a través de unidades de negocios específicas”. Es decir, que si hoy estuviera constituida y se diera crédito a las denuncias de Mondino, Enarsa podría intervenir en el fraccionamiento y comercialización del gas en garrafa.
Mondino le reclamó a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que dictara una resolución en la que fijara “cuáles son los parámetros para que en un mercado de competencia se venda una garrafa de 10 kilos”. Ayer, en una entrevista radial, el ombudsman recordó que hace 10 días denunció a “tres productoras de petróleo por abuso de posición dominante en relación al precio minorista de las garrafas de gas licuado de petróleo”. La denuncia apuntaba a Repsol-YPF, Shell y Total, a la que esta semana Mondino le sumó un estudio sobre costos de comercialización que determina que “en ninguno de los tres (casos), sacando la ganancia de comercialización y los costos de transporte, (el costo) supera los 18 pesos”. Patricia Vaca Narvaja, secretaria del área, admitió que también tiene “indicios” en ese mismo sentido y que el precio podría ser “incluso inferior a 18 pesos”.
Desde ese punto de vista, Mondino sostuvo que “el precio de 18 pesos es razonable, con lo cual no estamos ante una garrafa social, sino ante una garrafa que a estos costos estuviera univeralizada, y no que en muchos lugares esté costando entre 24 y 26 pesos”. Ayer, el ministro de Planificación se refirió al tema, recordando que, cuando el gobierno nacional anunció un acuerdo con las comercializadoras para vender la garrafa a 18 pesos en 600 puntos de expendio, “era sólo un primer paso que daba el Gobierno”. “Es muy probable que en los próximos días también estemos conversando para el resto de los puntos (de venta), para tener un valor significativamente más bajo que el que está hoy en el mercado, que llega a los 25 pesos”, agregó.
Hasta ahora, el acuerdo de precios para la venta de la garrafa de 10 kilos a 18 pesos sólo abarca al uno por ciento de los aproximadamente 60 mil puntos de expendio de todo el país, aunque recién están determinados 400 puntos de venta a precio “rebajado”.
En cuanto a Enarsa, De Vido indicó que el anteproyecto de creación va a ser enviado al Senado, por donde ingresará al Congreso por tratarse de un tema “de fuerte raigambre federal”. El objeto de la empresa será amplísimo, desde el estudio, exploración y explotación de yacimientos hasta intervenir en los mercados para evitar abusos de precios, tanto en hidrocarburos y sus derivados como en el sector eléctrico. Las actividades de producción, transporte, distribución, comercialización y otras podrá realizarlas “por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros”. Enarsa tendrá “la titularidad de los permisos de exploración y de las concesiones de explotación sobre la totalidad de las áreas marítimasnacionales que no se encuentren sujetas a tales permisos o concesiones a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley”. De Vido asumió ayer el compromiso de concurrir al Congreso, junto a los directores designados, para explicar el plan de negocios de la empresa “que en este momento se está terminando”. Al ser consultado sobre la posible constitución de una asociación internacional a partir de Enarsa, el ministro prefirió tirar la pelota afuera del campo: “No tenemos socios preestablecidos”.