La muerte de Manuel Marulanda y su reemplazo al mando de las FARC por Alfonso Cano despertó expectativas de una solución política al conflicto armado en Colombia. “Es una situación favorable para la insurgencia por la existencia de países amigos, un movimiento en Colombia proclive al canje humanitario y la crisis del gobierno”, dijo a Página/12 Jaime Gaicedo, concejal de Bogotá y líder del opositor Polo Democrático (PD). Aunque su opinión fue compartida por algunos funcionarios y legisladores opositores de Colombia, la otra parte imprescindible para las negociaciones –el gobierno– dejó en claro que no cambiará su política de seguridad, en medio de versiones de una disputa interna por la sucesión presidencial.

Después de que dejó de latir el corazón del guerrillero más viejo del mundo, todos los ojos se posaron en su sucesor. Ideólogo y gestor del Bloque Occidental, pero también de diversos brazos políticos de la guerrilla –la masacrada Unión Patriótica y el Movimiento Bolivariano–, Alfonso Cano puede convertirse en la pieza que ponga fin a la guerra, señaló ayer el defensor del Pueblo colombiano, Volmar Pérez. “Si al frente de las FARC predomina la línea política, uno podría esperar que los nuevos responsables privilegien más el diálogo político”, dijo.

El domingo pasado la guerrilla anunció que Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, falleció el 26 de marzo a causa de un infarto cardíaco. Tras su muerte, Pérez confió en que la nueva jefatura baje la intensidad de la confrontación armada y llamó a un acuerdo humanitario para intercambiar 40 rehenes de la guerrilla, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, por unos 500 rebeldes presos.

El concejal de Bogotá Jaime Gaicedo es otro de los que creen que están dadas las condiciones para un giro en el conflicto. “Si las FARC se acercan a los sectores colombianos que están disponibles, podrían ganar mucho terreno frente al cerramiento del presidente Alvaro Uribe y su política guerrerista”, dijo el también dirigente del PD y secretario general del Partido Comunista Colombiano.

Gaicedo tuvo la oportunidad de conocer tanto a Tirofijo como a su sucesor. Al primero lo tuvo cerca durante los diálogos del Cagúan entre 1998 y 2002, cuando Marulanda asistió a reuniones con líderes políticos y representantes del gobierno, hasta que las negociaciones saltaron en mil pedazos. Con Cano, un antropólogo próximo a cumplir los 60 años y ex militante de la juventud comunista, se cruzaron en la lucha estudiantil. “Es un persona con una actitud muy clara políticamente y de mucha flexibilidad para buscar soluciones”, dijo.

Lo mismo opina la senadora opositora Piedad Córdoba, que actuó como mediadora para la búsqueda del acuerdo humanitario junto al presidente venezolano Hugo Chávez. “Cano genera mucha esperanza por la paz, en el acuerdo humanitario y por la salida negociada al conflicto”, señaló ayer.

Desde el gobierno ven el recambio dentro de las FARC como un síntoma de que la guerrilla está llegando a su fin. “(La suerte de los secuestrados) depende del debilitamiento de la fuerza, de la banda secuestradora, y eso está ocurriendo”, indicó el asesor presidencial José Obdulio Gaviria. Para el ministro del Interior Carlos Holguín, las FARC están acorraladas. “Están heridas de muerte: o se comprometen con la paz o serán exterminados”, dijo. El sábado pasado Uribe reveló que presuntos guerrilleros de las FARC ofrecieron desmovilizarse y liberar a Betancourt, a lo que el gobierno responderá con una recompensa millonaria y un mecanismo para que obtengan libertad condicional.

Sin embargo, el triunfalismo del gobierno no ha podido ocultar las fisuras internas que volvieron a salir a la luz con el anuncio de la muerte de Marulanda, cuyo cuerpo fue reclamado ayer por sus familiares. Según el diario colombiano El País, Uribe reprendió a su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por haber divulgado la noticia sin consultarlo. Algunos incluso relacionan la interna con la crisis que atraviesa el oficialismo por sus vínculos con la parapolítica y la disputa por la sucesión de Uribe. “Santos está aprovechando los duros golpes a las FARC para promover sus aspiraciones presidenciales”, dijo el académico Jaime Zuluaga. Y Gaicedo cree que detrás de la candidatura de Santos está el Comando Sur de Estados Unidos.

Informe: Juan Manuel Barca.