Ingrid Betancourt dice que su ex amiga Clara Rojas planeó su embarazo en cautiverio. Aunque no identificó al padre del niño Emmanuel, la famosa rehén de la guerrilla colombiana dio algunas pistas. Esta información forma parte del libro que Betancourt publicará mañana en 14 países.

Rojas fue la compañera de fórmula de Betancourt para las elecciones presidenciales de 2002. El 23 de febrero de ese año, las dos mujeres fueron secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Mientras estuvieron en la selva, su amistad se fue deteriorando.

En su libro No hay silencio que no termine, Betancourt explicó por qué su ex mano derecha no intentó fugarse. “Ya no quería escaparse porque quería tener hijos”, dijo. “El esfuerzo de la huida podía perturbar su capacidad para concebir”, agregó. Según la ex candidata presidencial, en una visita al campamento donde estaban las dos políticas, el jefe guerrillero “Joaquín Gómez” le contó que habría recibido una inusual petición de Rojas reivindicando sus derechos como mujer. “Habla de su reloj biológico y dice que no le queda mucho tiempo para convertirse en madre”, le habría confiado el integrante de las FARC a Betancourt.

La colombo-francesa habría tratado de disuadir a su compañera de cautiverio. “Traté de hacerle ver lo que sería la vida de un bebé recién nacido en condiciones de precariedad tan grandes y sin saber si las FARC accederían a liberar al niño.” Rojas quedó embarazada de un guerrillero. Emmanuel nació el 16 de abril de 2004 y permaneció sólo unos meses con la madre en la selva, pero después se lo arrebataron para entregarlo a una familia de campesinos en el departamento de Guaviare (sur). El niño estuvo desaparecido hasta que los servicios de seguridad social del Estado revelaron que lo tenían en su poder, luego de que fuera remitido a Bogotá para ser atendido por médicos especialistas debido a problemas de salud.

La ex candidata presidencial, que fue rescatada en julio de 2008, no identificó al padre de Emmanuel. Pero dedicó un capítulo a un “amistoso” guerrillero llamado Ferney. Betancourt no les teme a las infidencias y relató en su libro que habría encontrado varias veces a Ferney escondido junto a Rojas.

Por otro lado, Betancourt aseguró en su publicación que los guerrilleros que permanecen en ese “campo de concentración tropical”, como llama a la selva, deciden alejarse de su familia y ser secuestrados de su propia organización. “Los primeros secuestrados de las FARC son ellos mismos”, disparó. “Muchos de los muchachos que terminan en la guerrilla, a partir de cierto momento ya no quieren estar ahí”, añadió. La ex rehén afirmó que todo lo que vio de las FARC es una caricatura de todos los vicios de la sociedad colombiana.