EL MUNDO › EL DIAGNóSTICO DEJA A FUJIMORI MáS LEJOS DEL INDULTO HUMANITARIO

Deprimido, pero no enfermo terminal

La hospitalización del ex dictador coincidió con la estrategia del fujimorismo y parte del oficialismo de conseguir un indulto humanitario. Pero los médicos dicen que su cáncer no es terminal.

 Por Carlos Noriega

Desde Lima

El encarcelado ex dictador Alberto Fujimori no padece un cáncer grave, como se había especulado en los últimos días. Lo que tiene es una severa depresión. El pasado jueves, cuatro días después de la derrota electoral de su hija Keiko, un Fujimori visiblemente delgado y demacrado fue internado en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), y desde entonces se dispararon los rumores de un agravamiento de su salud. Su hospitalización coincidió con la puesta en marcha, desde el fujimorismo y un sector del oficialismo, de un operativo para conseguir un indulto humanitario para el ex dictador, condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción. Pero según los médicos que lo examinaron, es la depresión y no el cáncer en la lengua que padece, y está controlado, la causa de que Fujimori haya perdido 15 kilos. Los resultados de los exámenes médicos dejaron sin piso a los promotores del indulto para el ex dictador.

El informe médico del INEN descarta la existencia de razones que puedan justificar el indulto humanitario. “Su caso no se puede catalogar de grave, el cáncer no es terminal”, señaló el doctor Pedro Sánchez, jefe del equipo médico que examinó al ex dictador. “Ya se controló la lesión (en la lengua) y se inició el tratamiento en la cavidad bucal (...). La baja de peso se debe al cuadro depresivo, porque no hay demostración orgánica causal que se haya podido demostrar”, precisó el doctor Sánchez. Al final de la tarde de ayer, Fujimori fue dado de alta y trasladado al cuartel policial donde cumple su condena.

Según los médicos, el mayor problema de Fujimori es la depresión. Detenido desde septiembre de 2008 y condenado a 25 años en abril de 2010, Fujimori había depositado sus esperanzas de una pronta liberación en la llegada de su hija a la presidencia, pero la derrota de ésta ante el progresista Ollanta Humala acabó con esa ilusión. Después vino el operativo del indulto humanitario, que ahora se ha desinflado.

El congresista fujimorista Carlos Raffo reveló que Fujimori quedó muy golpeado con la derrota de su hija Keiko. El resultado electoral habría agravado el cuadro depresivo que lo afecta. Según el informe de la junta médica que lo evaluó, Fujimori –que en julio cumplirá 73 años– presenta un “síndrome depresivo severo”. Los médicos señalan que el ex dictador debe recibir tratamiento psiquiátrico para tratar el cuadro depresivo que padece.

Personajes cercanos a Fujimori, incluido su médico personal y congresista Alejandro Aguinaga, habían insistido en los últimos días en que el estado de salud del ex dictador era grave, y pidieron un indulto humanitario. El congresista oficialista José Vargas, muy cercano al presidente Alan García, ha sido uno de los principales promotores de la liberación de Fujimori. García ha gobernado con el apoyo del fujimorismo y ahora que dejará el poder necesita su respaldo para enfrentar en el próximo Congreso las investigaciones que seguramente se le abrirán por denuncias de corrupción.

El posible indulto que García le pudiera dar al ex dictador prendió las alarmas en los organismos de derechos humanos. Pero con el informe médico que descarta una enfermedad grave de Fujimori, el presidente García se queda sin argumentos para indultarlo.

Además de la derrota de su hija y el asunto del indulto para obtener su libertad, un tema que por estos días también preocupa a Fujimori es la posibilidad de perder los privilegios carcelarios que el gobierno de García le ha dado. Fujimori es el único detenido en el cuartel policial, donde tiene un amplio espacio de mil metros cuadrados a su disposición y recibe visitas sin límites de días, horas y cantidad. La prisión VIP de Fujimori incluye una amplia sala de reuniones para recibir a sus visitantes, un taller para hacer manualidades y un jardín para cultivar flores. El vicepresidente de Ollanta Humala, Omar Chehade, anunció que Fujimori debería ser trasladado a una cárcel común. Humala lo desautorizó, pero en el ánimo del próximo gobierno estaría cortar los privilegios que tiene Fujimori, aunque permanezca detenido en el cuartel policial en el que ahora está. Un motivo más para la depresión que ahora lo afecta.

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Otros tiempos para Alberto Fujimori.
 
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