EL MUNDO › LOS MUSULMANES PROTAGONIZARON LAS PROTESTAS EN GRAN BRETAÑA

Cómo marchó la Inglaterra islámica

Londres, Portsmouth, Newcastle y otras ciudades de gran presencia musulmana fueron el epicentro de las marchas británicas de ayer.

 Por Marcelo Justo

Página/12
en Gran Bretaña

Desde Londres

Miles de personas se manifestaron en diversas ciudades de Gran Bretaña para protestar contra una guerra ampliamente percibida como inminente e inevitable. En la capital inglesa unos 3000 musulmanes marcharon durante la tarde a las embajadas de los países árabes para entregarles una petición exigiéndoles una actitud más firme contra los planes bélicos de Washington y Londres. Por la noche, un concierto organizado por la “Stop The War Coalition” congregó a unas 2000 personas en el este de la ciudad. En la norteña ciudad de Leeds unos 5000 manifestantes se reunieron en el centro entonando duros cánticos contra George Bush y el primer ministro británico Tony Blair. La ciudad portuaria de Portsmouth, la de Newcastle en el nordeste del país y Exetor en el sudoeste, fueron los centros de otras importantes marchas antibélicas.
En Londres el grupo radical islámico Hizb-ut-Tahir, también conocido como el Partido de la Liberación Islámica, organizó una manifestación que se congregó en Marble Arch, cerca del célebre Hyde Park, para dirigirse a la zona de las embajadas en Belgrave Square. Allí los manifestantes entregaron peticiones firmadas por 10.000 musulmanes británicos a las embajadas de Arabia Saudita, Kuwait y Qatar exigiendo que no autoricen el uso de sus bases y espacio aéreo a las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña. Los oradores del acto exhortaron a esos países, así como a Siria, Turquía y Pakistán, a detener el reloj de la guerra contra Irak. “Los gobiernos de los países musulmanes pueden parar esta guerra simplemente ejerciendo su soberanía”, indicó el empresario Zafer Iqbal, portavoz de la coalición.
El gran responsable de la marcha que en febrero reunió a más de un millón de personas en Londres, el “Stop The War Coalition”, convocó a un concierto nocturno en Sheperd Bush, al este de la ciudad, que reunió a más de 2000 personas. En el concierto participaron bandas como Ms Dynamite, Coldplay, Tavis y solistas como el ex integrante de Echo and The Bunymen Ian Mc Culloch, y entre los oradores se destacaba el diputado laborista George Galloway, uno de los más duros opositores a un conflicto bélico con el gobierno de Saddam Hussein. En Leeds, una ciudad con fuerte presencia musulmana, el “Stop The War Coalition” reunió a unas 5000 personas. En Newcastle unos 1500 manifestantes escucharon al diputado laborista Jim Cousins, que fustigó duramente al gobierno del primer ministro Tony Blair. La Coalición también organizó las manifestaciones en Portsmouth y Exetor, así como en barrios de Londres de fuerte presencia musulmana y con un historial de conflictos étnicos, como Tower Hamlets y Kilburn. Aunque las distintas manifestaciones no rozaron ni de lejos las gigantescas dimensiones de la protesta del pasado 15 de febrero, son una clara indicación de un fervor militante que no se conoce en Gran Bretaña desde la primera mitad de los ‘80, durante el duro reinado conservador de Margaret Thatcher.
Este inequívoco mensaje de la calle produjo un efecto cascada sobre el gobierno laborista de Tony Blair. Hace dos semanas una cuarta parte de sus diputados votaron en contra de la línea gubernamental en la Cámara de los Comunes y el pasado domingo la ministra de Desarrollo Internacional Clare Short criticó públicamente la posibilidad de que Gran Bretaña fuera a la guerra sin la autorización de la ONU y en “violación del derecho internacional”. La desesperada búsqueda de una segunda resolución de la ONU por parte del gobierno británico esta semana debe entenderse en este marco de fuerte oposición interna. A falta de esa resolución, sólo una rápida victoria militar sin muchas víctimas civiles inocentes y con algunas imágenes color de rosa de agradecidos iraquíes saludando a lastropas “liberadoras” de Estados Unidos y Gran Bretaña puede salvar a Blair en los próximos meses de un cuestionamiento directo “post-Irak” a su posición como líder del laborismo y primer ministro.

Compartir: 

Twitter

Miles de manifestantes en la ciudad de York atacan y ridiculizan al primer ministro Tony Blair.
Hay un fervor militante que no se veía desde los primeros ‘80, en los duros tiempos de Margaret Thatcher.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.