EL MUNDO › EL PRESIDENTE EGIPCIO RELATIVIZó LA DECISIóN DE BLINDAR SUS PODERES ANTE LA OLA DE VIOLENCIA

Mursi dijo que la medida es temporaria

Mientras el mandatario anunciaba una reunión con los jueces que están en huelga indefinida, se informó de la muerte de un joven, ocurrida durante las protestas contra el gobierno.

Egipto vivió otra jornada de violentos disturbios entre policías y manifestantes que reclaman por el decreto promulgado el jueves, que blinda el poder del presidente Mohamed Mursi. Al mismo tiempo, líderes políticos advierten sobre el riesgo de una guerra civil. Al menos 60 personas fueron heridas el fin de semana, según datos del Ministerio de Salud. Un joven de 15 años, seguidor de los Hermanos Musulmanes, murió ayer durante el asalto a una sede de la cofradía islámica, en la localidad de Damanhur, del norte de Egipto, informó el Partido Libertad y Justicia (PLJ). Mursi se reunirá hoy con el jefe del Consejo Superior de Justicia y del Tribunal de Apelación, Mohamed Metuali. Según Mena, el objetivo de la reunión es tratar las repercusiones de su declaración constitucional.

El presidente egipcio dijo ayer que los extensos poderes que se atribuyó recientemente son eventuales y llamó a un diálogo democrático. “La presidencia reafirma el carácter temporario de estas medidas, que no están destinadas a concentrar los poderes sino, por el contrario, a evitar toda tentativa de cuestionar o hacer desaparecer dos instituciones electas democráticamente, la Cámara alta del Parlamento y la Asamblea Constituyente”, afirmó el comunicado.

En las inmediaciones de la emblemática plaza Tahrir, cerca del Consejo de la Shura –donde funciona la Cámara alta del Parlamento egipcio–, las fuerzas de seguridad levantaron un muro de hormigón para impedir a los manifestantes llegar hasta las sedes del gobierno y de la Asamblea Popular (Cámara baja), informó la agencia de noticias oficial, MENA.

Además, manifestantes reunidos cerca de la Universidad Americana de El Cairo se enfrentaron con piedras y palos a las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma. Los gases alcanzaron la simbólica plaza, donde centenares de manifestantes gritaban lemas como “Abajo el régimen” y “Abajo el poder del guía espiritual”, en referencia al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badia, organización en la que militaba Mursi antes de convertirse en presidente.

A través de un mensaje en Twi-tter, el PLJ precisó que el joven Islam Fathi Masud falleció durante un ataque de baltaguiya (matones) contra un edificio de los Hermanos Musulmanes en Damanhur, en lo que se sospecha fue una zona liberada por la policía. El diario estatal Al Ahram agregó en su sitio web que los choques entre partidarios y opositores de la Hermandad en esa localidad comenzaron el sábado y se extendieron hasta ayer, después de que el jueves el presidente Mursi, ex militante del grupo islamista, blindara sus poderes mediante una declaración constitucional.

La Hermandad Musulmana convocó ayer a una protesta en solidaridad con Mursi, a nivel nacional, lo que hacía prever que la tensión continuaría. Badia convocó otra marcha de apoyo al presidente para mañana martes. “Una aplastante mayoría del pueblo egipcio saludó las decisiones del presidente de la república”, dijo Badia.

Las manifestaciones comenzaron el lunes con una marcha para recordar a 45 manifestantes que murieron en 2011, en el marco de la llamada Primavera Arabe, y se agudizaron con el decreto presidencial que refuerza el poder de Mursi y declara todas sus resoluciones inapelables y definitivas, decisión considerada una agresión sin precedentes contra la independencia del Poder Judicial por el Consejo Supremo de Justicia de Egipto. Mientras tanto, crece una rebelión judicial en varias ciudades, entre ellas Alejandría, donde se declaró una huelga indefinida de magistrados que amenaza paralizar el sistema judicial del país.

Por otro lado, el Premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei, teme una escalada de violencia en Egipto y consideró que Mursi está encaminando al país hacia una dictadura. “Acaparó todo el poder. Ni siquiera los faraones tenían tantas competencias, por no hablar de su antecesor Hosni Mubarak”, dijo, y alertó que si las fuerzas moderadas dejan de tener influencia, existe el peligro de una guerra civil. El Baradei calificó la medida presidencial como “una catástrofe, una burla a la revolución a la que (Mursi) debe su cargo y algo que hace temer lo peor”, agregó el político egipcio, quien respaldó la revuelta contra Mubarak.

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Mohamed Mursi en problemas.
Imagen: EFE
 
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