EL MUNDO › EL GANADOR DE LOS COMICIOS EN PAKISTáN COMENZó LOS CONTACTOS PARA FORMAR UNA ALIANZA PARLAMENTARIA

Nawaz Sharif negocia una coalición

Su partido de centroderecha triplicó en escaños a las otras dos grandes fuerzas del país, pero no obtuvo una mayoría absoluta. Los desafíos, la economía y la relación con India y Estados Unidos.

El ex primer ministro conservador Nawaz Sharif se encamina a ocupar por tercera vez la jefatura del gobierno paquistaní, y por eso comenzó los contactos para formar una coalición parlamentaria. El regreso al poder de este hombre de 63 años, que había sido depuesto por el golpe de Estado de Pervez Musharraf en 1999, aún debe ser confirmado oficialmente por la comisión electoral, pero los resultados parciales daban por hecha su victoria y la de su partido Liga Musulmana (PML-N, centroderecha), que triplica en escaños a sus principales rivales.

Las felicitaciones que recibió Sharif de los mandatarios afgano, Hamid Karzai; indio, Manmohan Singh, y del monarca saudita Abdalá bin Abdelaziz, daban fe de lo seguro del triunfo del que fuera dos veces jefe de gobierno en los ’90. A media tarde, la televisión local otorgaba al PML-N al menos 118 escaños sobre 272, mientras que sus más inmediatos adversarios, el Pakistán Tehrik-e-Insaf (PTI) y el Partido Popular de Pakistán (PPP), estaban empatados con 32 bancas. El PML-N no alcanzó la mayoría absoluta y debía entrar en negociaciones con los otros partidos para formar una coalición.

“Tenemos que agradecer a Dios por haber dado a la PML-N otra oportunidad de servir a Pakistán. Invito a todos los partidos a sentarse conmigo alrededor de una mesa para resolver los problemas del país”, declaró Sharif. Su partido apunta a conseguir una mayoría que sin ser absoluta –ya que necesitaría 137 diputados– le permita gobernar casi en solitario sin tener que apoyarse en otros grandes partidos, y por tanto la alianza con dos fuerzas regionales aparece como la más probable. “Lo más posible es que Sharif pacte con fuerzas que le permitan afianzar su poder en los dos gobiernos regionales que no controlará, el de Khyber Pakhtunkhwa (KPK) y el de Sind”, dijo el analista Humayún Khan. El gobierno de la nordoccidental KPK, con capital en Peshawar, estaba cerca de quedar en manos de PTI, pero una alianza de Sharif con la formación religiosa Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F), liderada por el voluble “maulana” Fazlur Rehmán, podría volcar la balanza a su favor.

Por su parte, la meridional Sind, con capital en Karachi, es el feudo tradicional del PPP, pero un acercamiento del PML-N al Muttahida Quami Movement (MQM), formación con gran peso en la capital provincial, le daría cierto control de la política local. Tanto el JUI-F como el MQM parecen muy dispuestos a entenderse con Sharif, afirmó el analista Khan.

Según el canal Geo, el “maulana” Rehmán envió una efusiva felicitación al vencedor Sharif, y ambos líderes mantuvieron una conversación para establecer una estrategia conjunta que les permita formar gobierno en KPK.

El Partido Popular, que gobernó en la última Legislatura, mantiene posibilidades de ser segunda fuerza, pero a una enorme distancia del PML–N, que además pone en riesgo la aspiración del presidente, Asif Alí Zardari, de renovar su cargo. La estrategia de Zardari, según diversos analistas, pasaba por ser una fuerza necesaria para formar gobierno y que ello le permitiera entregar su apoyo a Sharif a cambio de mantener la Jefatura de Estado.

A todo esto, Sharif desveló su programa político durante la campaña. La mayoría de sus compañeros del partido asegura que quiere actuar rápidamente con reformas económicas. “La prioridad es hacer frente a la economía. Obviamente no todo se puede hacer en cien días. Arreglar la crisis energética es uno de nuestros principales obstáculos”, declaró el antiguo ministro de Finanzas, Startaj Aziz.

Otra prioridad será la resolución del problema de los talibán del Tehrik-e-Talibán Pakistán (TTP), un movimiento de islamismo radical históricamente basado en una región fronteriza con Afganistán, pero que ahora se extiende en todo el país. Sharif había declarado que pedirá el diálogo con ellos. Además, el presidente afgano, Hamid Karzai, llamó anteayer al próximo gobierno a ayudarle a negociar con los talibán el fin de la rebelión que asuela a su país desde 2001. “Esperamos que el gobierno trace el camino hacia la paz y la hermandad con Afganistán, y coopere en la lucha contra el terrorismo y el desmantelamiento de los santuarios terroristas”, añadió Karzai.

Al interior del país, el problema que va a encontrar es su relación con el ejército, que es preponderante en la sociedad paquistaní y que no le gusta mucho a Sharif. Importante será la cuestión de las relaciones con su vecino indio y con los Estados Unidos. Por un lado, Sharif declaró en sus discursos de campaña que quiere normalizar las relaciones con India. Por otro lado, Washington espera mucho de este cambio político para tratar de obtener la ayuda de Pakistán a fin de arreglar la guerra en Afganistán y en su lucha contra el terrorismo.

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Sharif agradeció esta nueva oportunidad.
 
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