EL MUNDO › CERCA DE LA FRONTERA CON SIRIA, HEZBOLá AYUDA AL EJéRCITO

La guerra se corre al Líbano

La oposición siria denunció que milicianos de Hezbolá combaten junto a las fuerzas del régimen de Damasco, en las localidades fronterizas con el Líbano como Al Quseir, blanco desde hace una semana de una fuerte ofensiva militar.

La oposición siria denunció la colaboración entre los soldados regulares y el grupo libanés chiíta Hezbolá. Al menos 50 personas murieron el fin de semana en bombardeos del gobierno de Bashar al Assad contra la ciudad de Al Quseir. El activista opositor y portavoz de la red Sham, Emar al Quseir, apuntó que aviones no tripulados (drones) de Hezbolá sobrevolaron la zona en campañas de reconocimiento y que los bombardeos fueron efectuados principalmente desde los alrededores de Al Quseir y desde aldeas del oeste ocupadas por el grupo libanés. En el marco de esta ofensiva, decenas de personas fueron secuestradas anoche en las granjas Al Sayad y Ramsun, en las afueras de Al Quseir, donde irrumpieron fuerzas gubernamentales y combatientes de Hezbolá.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las víctimas que dejó la ofensiva y los combates en Al Quseir fueron 30, entre ellos 27 milicianos insurgentes sirios. Para la misma organización opositora, los bombardeos se centraron también en la localidad de Al Dabaa, donde hay un importante aeródromo militar, y en las aldeas Al Hamidiya y Aryun.

Tanto la opositora Comisión General de la Revolución Siria como el Comando Conjunto del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) indicaron que los desaparecidos son 120 civiles, la mayoría mujeres y menores desplazados de Al Quseir. Esta ciudad, de unos 25.000 habitantes, es un enclave estratégico para los rebeldes debido a su ubicación en la ruta que conecta el norte del Líbano, de mayoría sunnita, con Homs, lo que permite el abastecimiento de armas. También es fundamental para el gobierno del presidente sirio Bashar al Assad, ya que esa carretera comunica Damasco con sus feudos de la costa mediterránea, de mayoría alawita.

Una fuente oficial dijo que integrantes de grupos rebeldes armados se entregaron a las fuerzas de seguridad sirias en los barrios del norte y centro de la ciudad. De igual manera, fueron destruidos túneles y trincheras de rebeldes y desactivadas minas y artefactos explosivos improvisados, sembrados en la vía pública y en casas de la ciudad. En el mismo contexto, las tropas del ejército se enfrentaron con un grupo rebelde cerca de la planta de sal en la carretera que une Homs con Damasco. En el campo de Idleb, unidades del ejército restablecieron la seguridad y la estabilidad en los poblados de Al Hamidiya y Shamatieh.

Por su parte, el número dos de Hezbolá, el jeque Naim Kasem, advirtió que la Unión Europea (UE) cometería un gran error si calificara a su movimiento de terrorista, según declaraciones difundidas por la prensa libanesa. El jeque Naim, secretario general adjunto del grupo chiíta, indicó que las amenazas no afectan ni preocupan a su organización. La UE examina la opción de incluir a la rama armada del grupo en la lista de organizaciones terroristas y aguarda los resultados de pericias de algunos atentados perpetrados en Europa, en los que está presuntamente implicado el grupo chiíta, para tomar una decisión al respecto.

Estados Unidos presiona desde hace tiempo a los países europeos para que consideren a Hezbolá como un grupo terrorista, una posibilidad que ganó fuerza en el seno de la UE con el supuesto involucramiento en el conflicto sirio, que la oposición al régimen de al Assad no se cansa de denunciar. El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, reiteró que su país considera ahora que el brazo armado de Hezbolá debe incluirse en la lista de organizaciones terroristas de la UE. El canciller justificó este cambio de posición de París en que el grupo está implicado en una serie de acciones cometidas en el extranjero e interviene en el conflicto sirio con participación activa.

El presidente libanés, Michel Suleiman, instó a Hezbolá a no involucrarse en combates sectarios y rechazó que el Líbano pague el precio para que otros alcancen la democracia, en alusión a la guerra civil en Siria. La oposición siria denunció que milicianos de Hezbolá combaten junto a las fuerzas del régimen de Damasco, en especial en las localidades fronterizas con el Líbano como Al Quseir, blanco desde hace una semana de una fuerte ofensiva militar. El movimiento chiíta envió 1700 soldados para la batalla de Quseir, según una fuente cercana a la organización.

El ingreso de Hezbolá en el conflicto sirio y las denuncias recurrentes de las fuerzas anti al Assad se dan en un contexto en el cual Rusia afirma haber logrado el acuerdo de principio de Damasco para la conferencia de paz impulsada por Moscú y Washington. “Todo esto es todavía muy vago y el gobierno de al Assad ha sido muy evasivo cuando se trata de dar declaraciones o informaciones sobre las soluciones políticas”, declaró Luay Safi, el portavoz de la Coalición Nacional, que constituye el principal grupo de la oposición siria, en reunión desde el jueves en Estambul.

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Funeral en Sidon, Líbano, de un militante de Hezbolá abatido en la guerra civil siria, en la provincia de Homs.
Imagen: Télam
 
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