El presidente de México, Enrique Peña Nieto, promulgó ayer la ley de reforma energética, que permitirá la inversión privada en el sector. “Esta ley es una plataforma sólida para el crecimiento y el desarrollo social y económico del país”, dijo el mandatario. Además aseguró que la reforma beneficiará a los mexicanos, creará empleos y fortalecerá la soberanía nacional. “La reforma convertirá a nuestro sector energético en una auténtica fuente de crecimiento económico. La energética es una de las reformas más trascendentes de las últimas cinco décadas, que ayudará a México a enfrentar con éxito los retos del siglo XXI”, agregó. Una de las mayores apuestas del gobierno mexicano con la reforma es contrarrestar la reducción que registra la producción de petróleo desde 2004, cuando alcanzó su máximo de 3,4 millones de barriles por día. La meta con la iniciativa es incrementar la producción petrolera de los actuales 2,5 millones de barriles diarios a 3 millones en 2018 y a 3,5 millones en 2025. Peña Nieto afirmó que, con la reforma, las dos compañías monopólicas estatales se fortalecerán. “Es una reforma que mantiene y asegura la propiedad de la nación sobre Pemex y la CFE (Comisión Federal de Electricidad)”, indicó.