EL MUNDO › EL PARLAMENTO DE BERLIN VOTO A FAVOR DEL RESCATE Y LA UNION EUROPEA DESEMBOLSO 7000 MILLONES DE EUROS

Préstamo europeo y apoyo alemán para el rescate

El voto alemán dio luz verde para que el gobierno negocie el nuevo programa de rescate, que incluye un monto de 86.000 millones de euros a tres años. Pero el paquete que se acuerde deberá volver a ser votado en el Parlamento.

El rescate financiero para Grecia avanzó con la aprobación del Parlamento alemán al inicio de las negociaciones con Atenas y el visto bueno de la Unión Europea (UE) a un desembolso de unos 7000 millones de euros.

De este modo, el gobierno del izquierdista Alexis Tsipras podrá evitar un default el lunes próximo. Ambos acontecimientos coronan una semana en la que el acuerdo para lograr el tercer rescate a Grecia desde 2010, alcanzado el lunes pasado en una maratónica cumbre de los líderes del euro, superó ya varios escollos.

Con una amplia mayoría, el Parlamento alemán aprobó que el gobierno comience a negociar los términos del nuevo paquete de rescate a Grecia. El mandato fue aprobado por 429 votos a favor frente a 119 en contra, gracias al apoyo de los partidos que forman la coalición del gobierno, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas del SPD. Asimismo, se registraron 40 abstenciones. Decenas de los 311 diputados que integran las filas conservadoras de Merkel votaron en contra de las ayudas. También las rechazaron los poscomunistas de La Izquierda, mayor fuerza de la oposición, mientras que Los Verdes se abstuvieron.

El voto dio la luz verde para que el gobierno negocie el nuevo programa de rescate, que incluye un monto de 86.000 millones de euros a tres años. Sin embargo, el paquete que se acuerde deberá volver a ser votado en el Parlamento.

La elección celebrada ayer en una sesión extraordinaria fue precedida por un encendido debate entre defensores y detractores de la posición alemana en las negociaciones con Atenas. En su discurso, Merkel, que ayer cumplió 61 años, defendió la necesidad de discutir con el gobierno de Tsipras. “Lo que decidimos no fue sólo por Grecia. Es una decisión para una Europa y una Eurozona fuertes. Lo hacemos por la gente en Grecia, pero lo hacemos igualmente por la gente en Alemania”, dijo. La líder cristianodemócrata advirtió también que rendirse en las negociaciones habría significado dejar caer a Grecia. “Sería haber soltado al país hasta que se desangrara. Las consecuencias podrían haber sido violencia y caos”, señaló.

Pero la figura que polarizó el debate fue el ministro de Finanzas, Wolfang Schäuble, quien mantuvo el papel central en las negociaciones con Atenas, aferrándose a la receta alemana de reformas a cambio de crédito. El jefe parlamentario del partido La Izquierda, Gregor Gysi, criticó la posición del jefe de la cartera económica alemana. “Señor Schäuble, lo siento, pero usted está destruyendo la idea de Europa. Su política es asocial, antidemocrática y antieuropea. Usted está dañando la imagen de nuestro país. A largo plazo, inclusive”, afirmó.

El goteo de ayudas a Atenas es una medida que divide la opinión de los alemanes, dado que los ciudadanos de ese país son los mayores contribuyentes a los fondos de rescate. Según un sondeo de la cadena ARD, un 49 por ciento de los alemanes rechaza iniciar negociaciones para el nuevo rescate, frente a un 46 por ciento que lo apoya.

Mas tarde, la UE dio su visto bueno final a una financiación de urgencia de 7160 millones de euros, que estarán disponibles el próximo lunes, cuando Atenas tiene un vencimiento de deuda por 4200 millones de euros con el Banco Central Europeo (BCE), cuyo impago dejaría en un default automático. El vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, aseguró que la decisión fue respaldada por los 28 Estados miembro del bloque. “Tenemos un acuerdo sobre la financiación puente para Grecia basado en un préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF). Se trata de una verdadera muestra de solidaridad europea en acción”, aseguró. Dombrovskis explicó que el préstamo del MEEF, un fondo que se nutre del presupuesto de la UE y que ya se utilizó en los rescates de Portugal e Irlanda, contará con dos garantías en caso de que Atenas no devuelva el dinero. Una está destinada a cubrir las pérdidas que podrían sufrir los países que no forman parte del euro, con los beneficios de las operaciones realizadas con bonos helenos en manos del BCE y aquellos en manos de los bancos centrales de los socios de la eurozona en sus propios balances. La otra garantía será que, en caso de que Grecia incumpla con la devolución del préstamo, se le dejará de desembolsar fondos comunitarios para compensar las pérdidas.

El préstamo tendrá un plazo de vencimiento máximo de tres meses y será devuelto en un máximo de dos cuotas. Este estará destinado a que Grecia resuelva los atrasos que acumula con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco de Grecia. El préstamo a corto plazo fue diseñado para que el país haga frente a sus obligaciones mientras negocia con sus socios un tercer rescate financiero.

El jueves, los ministros de Finanzas del euro dieron su aprobación al inicio de las negociaciones del tercer rescate, si bien es la decisión de los jefes de Estado la que supone en la práctica la apertura del proceso. Sin embargo, esto permitirá comenzar las discusiones sobre el montante, los detalles y las condiciones de la ayuda económica. Ahora resta cerrarse un Acuerdo de Facilidad de Asistencia Financiera que detalle el préstamo y un Memorando de Entendimiento con las condiciones, un proceso delicado que puede llevar varias semanas y adentrarse hasta mediados de agosto.

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El líder democristiano Volker Kauder y Merkel en el Parlamento alemán, donde votaron a favor de un rescate para Grecia.
Imagen: AFP
 
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