EL MUNDO › IGLESIAS DECLARO QUE APOYARIA UN REFERENDUM AUNQUE PREFIERE UNA ESPAÑA UNIDA

Podemos quiere a Cataluña en España

El flamante presidente catalán hizo suya la hoja de ruta independentista de su predecesor Artur Mas. Podemos no quiere que Cataluña se vaya de España, pero apoya una reforma constitucional para darles más poder a las regiones, dijo Iglesias.

Luego de que el nuevo presidente catalán, Carles Puigdemont, tuviera sus primeros gestos a favor de la secesión, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le expresó su deseo de que Cataluña continúe siendo parte de España. Mientras tanto, desde el gobierno español en funciones advirtieron que dificultarán sus intenciones independentistas catalanas. Por su parte, el líder del Partido Socialista Español (PSOE), Pedro Sánchez, deslizó a Puigdemont su deseo de abordar una reforma federal de la Constitución.

El flamante presidente catalán hizo suya la “hoja de ruta” independentista de su predecesor en el cargo y principal impulsor de la secesión, Artur Mas, que establece un plazo de 18 meses para la creación de un Estado catalán independiente en forma de república. El plan de los secesionistas, según explicó Puigdemont, no es hacer “una declaración unilateral de independencia”, porque, reconoció, no tienen legitimidad para ello. “El porcentaje (para romper con España) lo encontraremos en el momento en que sometamos la nueva constitución a referéndum”, afirmó, ante el hecho de que las fuerzas independentistas no superaron el 50 por ciento de los votos (se quedaron con el 47,8 por ciento) en los comicios del pasado 27 de septiembre. “El objetivo es que una mayoría de la gente que hubiera votado ‘no’ en un referéndum vote ‘sí’ a una Constitución con la que se pueda identificar mucho más que con la española”, señaló.

En definitiva, lo que pretende Puigdemont es avanzar en un proceso de ruptura desarrollando el marco legal que se los permita, al que luego someterán a las urnas para darle legitimidad. “Prometo que el govern dará los pasos con seguridad jurídica y con toda la legalidad posible.”

El presidente catalán afirmó además que ni el Rey ni otros presidentes autonómicos lo llamaron para felicitarlo por su nuevo cargo, como tampoco lo hizo el conservador Rajoy. “En verdad, eso dice muy poco a favor de su liderazgo político.” No obstante, señaló que tiene intenciones de mantener relaciones con el Estado español. “No tengo ningún interés en que se rompan los puentes con el Estado, que deben estar tendidos incluso en el escenario más agudo.”

El proyecto de los independentistas catalanes no tardó en hacerse eco en la Moncloa. Tras el primer consejo de ministros desde que comenzó a sesionar el nuevo parlamento español, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, respondió a las intenciones de Puigdemont. “Ya lo dijo el presidente (Mariano) Rajoy el día de la investidura: no vamos a dejar pasar ni una actuación que sea contraria a las leyes y la Constitución”, afirmó. “Estaremos muy vigilantes”. La “número dos” de Rajoy aseguró que ya encargó a los servicios jurídicos del Estado que analizaran la fórmula empleada por Puigdemont en la toma de posesión de su cargo, que ignoró las habituales menciones de lealtad a la Constitución y al Rey. Lo mismo hicieron el resto de los integrantes del nuevo Ejecutivo catalán. Sin embargo, todos los cargos, que son diputados, firmaron su lealtad a las leyes e instituciones del Estado.

Por otro lado, el Ejecutivo español está también estudiando si es legal la inédita creación de una Consejería de Asuntos Exterio- res, Relaciones Institucionales y Transparencia en el nuevo gobierno catalán. La idea de Puigdemont es que la consejería de Exteriores, que ya está en manos del ex eurodiputado Raúl Romeva, se encargue de “exportar el proceso de secesión”. La vicepresidenta recordó que el alto tribunal dejó sin efecto la declaración del 9 de noviembre pasado con la que el parlamento catalán pretendía dar inicio a un proceso de ruptura con España, y cuya vigencia Puigdemont reivindicó en su discurso de investidura.

Por su parte, el líder del PSOE habló con el presidente catalán para restablecer los canales de diálogo y mostrarle su determinación por abordar una reforma federal de la Constitución que resuelva la crisis catalana. Según voceros del líder socialista, Sánchez le trasladó a Puigdemont que lo prioritario es resolver los momentos que comparten con los catalanes con el conjunto de los españoles, como son el desempleo, la desigualdad y la regeneración de las instituciones. La conversación también sirvió para que Sánchez reafirmara el papel del Partido Socialista Catalán en la política de la región.

En tanto, Iglesias llamó a Puigdemont para felicitarlo por la elección y expresarle su filosofía territorial y su defensa, que mantendrá ante la Legislatura en el Congreso de los Diputados, de la “plurinacionalidad de España” a través de una reforma de la Constitución. “He explicado al president que Podemos no quiere que Cataluña se vaya de España y que apostamos por un nuevo encaje constitucional que reconozca la plurinacionalidad de España”, señaló. “Le dije que soy partidario de que en Cataluña haya un referéndum legal en el marco jurídico actual, en el que Podemos defendería que Cataluña siguiera en España”, explicó. “Señalé al presidente de la Generalitat mi preocupación tanto ante las estrategias unilaterales como inmovilistas.”

El dirigente izquierdista sugirió a Rajoy que llamara al nuevo jefe del Ejecutivo catalán para tratar de dialogar con él. “Le sugerí que llame por teléfono a Puigdemont y que al menos conversen. Ni el unilateralismo ni el inmovilismo aportan soluciones.”

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Iglesias en el Congreso anteayer durante la elección del presidente de la Legislatura.
Imagen: EFE
 
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