EL MUNDO › GRUPO ISLAMISTA ADVIERTE A JAPON QUE RETIRE SUS SOLDADOS DE BAGDAD

De rehén, tropas y amenazas en Irak

Luego de que Filipinas retirara sus tropas de Irak, liberaron al secuestrado de ese país.
Un funcionario de Basora fue asesinado.

Por Georgina Higueras *
Desde Bagdad

Tan sólo un día después de que Filipinas completara la retirada de los 51 militares que tenía en Irak, el camionero filipino Angelo de la Cruz fue puesto en libertad, tras casi dos semanas de secuestro. Casi al mismo tiempo, una página digital atribuida a Al-Qaida amenazaba a Japón con “colas de coches cargados de explosivos” si no retiraba de inmediato su contingente destacado en Irak –aunque otra página islamista luego desmintió esa exigencia a Tokio–. Estados Unidos criticó duramente a Manila por su decisión de “rendirse” a las demandas de los extremistas que, según un miembro de la administración de Paul Bremen que permanece en Bagdad, sólo conduce a que “los terroristas incrementen sus acciones y sus exigencias”.
“Gobierno de Japón haz lo que ha hecho Filipinas”, reza el comunicado firmado por la Brigada de Jalid bin al-Valed, el brazo armado del grupo Monoteísmo y Guerra Santa. El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, ya se vio enfrentado semanas atrás al dilema cuando unos secuestradores retuvieron a tres japoneses y exigieron la retirada de los 1000 efectivos que Tokio tiene en Irak empleados en tareas de reconstrucción. El primer ministro japonés no aceptó negociar y sus ciudadanos fueron liberados posteriormente.
Por otra parte, ayer fue asesinado el número tres del gobierno regional de la sureña provincia de Basora, Hazem Taufic Ainachi, junto a dos de sus guardaespaldas. Los funcionarios de grado medio y alto, menos protegidos que el gobierno, sufren continuos ataques, unos para saldar viejas cuentas, otros por “colaboracionistas” con los estadounidenses. En los cinco últimos días cayeron también víctimas de francotiradores un director general del Ministerio de Industria, otro del Ministerio de Defensa, el gobernador de la norteña provincia de Mosul y el jefe de la seguridad del Ministerio de Exteriores.
Pero los incidentes armados se repiten a lo largo y ancho del país y en las más diversas circunstancias. Cuatro civiles murieron ayer en Bakuba, al norte de Bagdad, y otros dos resultaron heridos al explosionar una bomba colocada en el minibús en el que viajaban. La zona fue posteriormente acordonada por efectivos del ejército norteamericano.
También ayer resultó muerto un soldado estadounidense, perteneciente al primer cuerpo expedicionario de los marines, en una operación en la provincia rebelde de Al-Anbar, en el centro del país, según confirmó un portavoz militar estadounidense.
Pese a todo esto, según Joost Hiltermann, director para Cercano Oriente de la ONG estadounidense Grupo Internacional de Crisis, la “situación ha mejorado ligeramente”, desde la transferencia de poderes de los norteamericanos, el pasado día 28. “Los ánimos se han calmado un poco ante la firmeza del primer ministro interino, Iyad Allawi”, señala desde su despacho en Amán, que ocupa desde marzo “porque no se dan las circunstancias de seguridad para estar en Irak”.
Muy crítico con la actuación de la administración Bush, Hiltermann asegura que “los mayores errores” de Estados Unidos en Irak fueron, además de la guerra, el aniquilar a la policía y al ejército de Saddam y el permitir los saqueos de los primeros días, lo que ha facilitado la emergencia de un sinnúmero de delincuentes.
Allawi, preguntado en Amán, donde se encontraba de visita oficial, sobre la recompensa de 285.000 dólares ofrecida por su cabeza por el jordano Abu Musab al-Zarqaui, uno de los principales líderes de Al-Qaida, el primer ministro iraquí afirmó: “Zarqaui es un enfermo mental. Es un paria rechazado por todas las naciones”. La visita de Allawi, que hoy se encuentra en Egipto, a Jordania finalizó con un acuerdo para que sean escoltados por guardias armados los camioneros, casi todos jordanos eiraquíes, que se aventuran por la carretera que une las capitales de ambos países, en la que frecuentemente se producen asaltos, saqueos y secuestros. En los últimos meses una decena de camioneros jordanos perdió la vida en esa ruta.
El grupo Monoteísmo y Guerra Santa, que ha pedido la retirada de las tropas japonesas, está considerado como el más beligerante y peligroso de los que combaten la presencia militar extranjera en Irak y, supuestamente, está dirigido por Zarqaui. Se le atribuyen las decapitaciones de rehenes de Estados Unidos, Corea del Sur y Bulgaria. Monoteísmo y Guerra Santa también ha advertido a Jordania, Irán, Turquía y las monarquías del Golfo contra enviar tropas a Irak. El rey Abulá II reiteró poco antes de la llegada de Allawi su ofrecimiento de enviar soldados a Irak pero Allawi lo rechazó.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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El camionero filipino Angelo de la Cruz (izq.) con expresión de alivio tras ser liberado.
Washington criticó la reacción de Filipinas por “rendirse al terrorismo” en Irak.
 
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