EL MUNDO

De cómo reapareció Osama bin Laden para poner en apuros al U.S. Army

La Middle East Broadcasting Corporation difundió ayer un video grabado en diciembre en que Osama bin Laden se felicita por los resultados de los atentados del 11 de septiembre, mientras en Washington se dice que el terrorista saudita pudo escapar en esa fecha debido a un mal plan de guerra de EE.UU.

Por Julian Borger y Richard Norton-Taylor
Desde Washington y Londres

El general Tommy Franks, comandante militar de Estados Unidos en la guerra afgana, estuvo bajo fuego ayer por su conducción de la campaña después de que se informara que Osama bin Laden se había escapado de una gran batalla a comienzos de diciembre. El Washington Post citó a funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos que dijeron que existe fuerte evidencia de que el fugitivo saudita había estado en las montañas orientales afganas de Tora Bora cuando las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados afganos lanzaron un asalto al escondite montañoso de Al-Qaida. No comprometer a un gran número de tropas terrestres de Estados Unidos y confiar en cambio en unas milicias afganas de lealtades ambiguas fue el “mayor error en la guerra”, dijeron funcionarios militares y civiles.
El secretario de Defensa Donald Rumsfeld descartó ayer el informe como especulación e insistió en que no había una clara evidencia de que Bin Laden hubiera estado en Tora Bora. Rumsfeld defendió la actuación del general Franks, diciendo que la decisión de trabajar con aliados afganos había sido tomada por la administración de Estados Unidos en su conjunto, y que mayormente había sido exitosa. Pero la molestia de Estados Unidos por no haber capturado a Bin Laden aumentó con la aparición de otro video del líder de Al-Qaida vanagloriándose por el daño causado con los ataques del 11 de septiembre. La Middle East Broadcasting Corporation, que emitió el video ayer, dijo que había sido realizado durante la primera mitad de diciembre, en la misma época, por lo tanto, que la batalla de Tora Bora. Sin embargo, en el extracto del video, Bin Laden no hace ninguna referencia a la lucha en Afganistán sino que se deleita en los daños económicos que los ataques sobre Nueva York y Washington causaron a la economía de Estados Unidos. “Las pérdidas en el mercado de Wall Street alcanzaron un 16 por ciento y dijeron que esta cifra era record desde que el mercado había abierto –dijo Bin Laden en un saludo a los 19 secuestradores suicidas que participaron en los ataques–. Más de un billón de dólares en pérdidas resultaron de esos existosos y benditos ataques y que Dios bendiga a esos mártires y les dé la bienvenida al paraíso”.
Los interrogatorios a los cautivos de Al-Qaida de la batalla de Tora Bora, junto con comunicaciones interceptadas, sugieren que Bin Laden se encontraba en una madriguera de cuevas escondidas en las montañas cuando el ataque liderado por Estados Unidos comenzó, pero, según los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos citados por el Washington Post, las corruptas milicias locales conspiraron para que huyera. En los primeros días de la batalla hubo persistentes informes de que Bin Laden podría estar ahí, pero según los funcionarios, existe un alto grado de seguridad dentro de la administración que se perdió una oportunidad de capturarlo o matarlo. Los funcionarios conceden, sin embargo, que había una pequeña posibilidad de que Bin Laden hubiera muerto en los combates.
Desde la batalla, el general Franks cambió sus tácticas, desplegando más tropas terrestres de Estados Unidos en un intento de rastrear a los combatientes de Al-Qaida, pero ni él ni Rumsfled han aceptado que la batalla de Tora Bora fue un error. Rumsfeld ponderó al general por un “gran esfuerzo exitoso en Afganistán” y no le dio importancia a las declaraciones de que Bin Laden había estado en Tora Bora. “Hemos visto repetidas especulaciones sobre su posible ubicación. Pero, obviamente no ha sido verificable. De haber sido verificable, hubiéramos hecho algo sobre el asunto –dijo Rumslfeld–. Así que me parece que ese punto es una especulación”.
Sus comentarios contradecían directamente a un funcionario anónimo de la administración que fue citado en el informe de ayer diciendo: “Tenemos gran seguridad de que estuvo ahí y también seguridad, pero no tanta, de que escapó. Tenemos varios relatos de eso de gente que está detenida, gente de Al-Qaida que estaba libre en aquel momento y no lo está ahora”.En seis meses de lucha, sólo un alto líder de Al-Qaida, el más alto reclutador de la organización, Abu Zubaydah, fue capturado. Se cree que el jefe de las operaciones, Mohamed Atef, fue muerto en un ataque de misiles, pero el resto de la cúpula sigue en libertad, y los funcionarios de Estados Unidos culpan cada vez más a los simpatizantes de Al-Qaida entre los grupos pashtunes en ambos lados de la frontera afgano-paquistaní por albergar a los fugitivos. Miles de combatientes de Al-Qaida y talibanes atraviesan la frontera con Paquistán, pero están operando en pequeños grupos aptos para tácticas guerrilleras, de acuerdo con fuentes de inteligencia occidentales. Cientos de Marines británicos estaban completando a cabo su primera operación en el área, con el nombre código Ptarmigan, a lo largo de un valle entre las montañas del sudeste de Afganistán, dijeron anoche funcionarios de defensa británicos. Infantes de marina de la unidad de comando 43 dijeron que se encontraron pruebas, incluyendo cuerpos con trampas cazabobos, documentos y restos de municiones, de que combatientes talibanes y de Al-Qaida habían pasado por el área recientemente.
“El enemigo ha estado aquí pero ha escapado –dijo el comandante operacional, teniente coronel Tim Chicken–. Nuestra tarea es asegurarnos que no vuelva y luego ver donde está”. La operación Ptarmigan, conducida por fuerzas de Estados Unidos y afganas, fue diseñada básicamente para aclimatar a los infantes de marina, que se supone que serán desplegados en operaciones de contrainsurgencia potencialmente más peligrosas en los próximos meses. Rumsfeld también rechazó la crítica por los anónimos funcionarios de Estados Unidos citados en el informe de ayer de que las operaciones fueron un fracaso por el hecho que los altos oficiales estaban a miles de kilómetros, en los cuarteles del Comando Central en Tampa, Florida. “En esta era, hay mucho que se puede hacer con las comunicaciones”, dijo.

De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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General Tommy Franks (izquierda), jefe de la guerra afgana, con su jefe, Donald Rumsfeld.
 
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