EL MUNDO › AL MENOS 55 MUERTOS EN TRES ATENTADOS EN INDIA

Sangre en lugar de fiestas

Zonas comerciales de Nueva Delhi fueron impactadas ayer, en el último fin de semana de compras más agitado de la India, por tres atentados sincronizados. Murieron 55 personas y 152 fueron heridas.

Por Justin Huggler *
Desde Nueva Delhi

El estado de emergencia fue declarado en Nueva Delhi luego de que por lo menos 55 personas murieran y 152 resultaran heridas en explosiones que impactaron en tres sitios diferentes en la capital de India. Las explosiones de ayer por la tarde tuvieron lugar en el fin de semana de compras más agitado del año en India, antes de la festividad hindú de Diwali, y los terroristas tomaron como objetivo dos de los distritos de compras más atestados de la ciudad.
Manhoman Singh, el primer ministro, calificó las explosiones como “actos de terrorismo” y pidió a la población que permaneciera tranquila. Los barrios comerciales en toda la ciudad fueron obligados a cerrar por miedo a más explosiones y el ministro del Interior, Shi-
vraj Patel, pidió a la gente que se mantuviera alejada de las áreas afectadas y que permaneciera en sus hogares. “Es algo que fue planeado, eso es bastante obvio”, dijo Sheila Dikshit, la primera ministra del gobierno de Nueva Delhi. “Fue alguien cuyas intenciones no son buenas, eso también es obvio (pero) es demasiado temprano para decir quién está detrás de esto,” añadió.
La primera explosión ocurrió en Paharganj, el barrio más abarrotado de toda la ciudad, que está cerca de la estación de trenes de Nueva Delhi, uno de los lugares de encuentro favoritos para los mochileros occidentales. Al ser también una zona roja y un barrio donde se compra barato, Paharganj está más atestado que cualquier barrio comercial del mundo en un fin de semana normal. Pero ayer era el último sábado antes de Diwali, el equivalente hindú de Navidad, cuando la gente corre a los negocios a comprar regalos que se intercambian tradicionalmente en la festividad. Este año coincidió por muy poco tiempo con el final del Ramadán, cuando los musulmanes se hacen regalos, y como consecuencia las angostas calles estaban el doble de abarrotadas. Poner bombas en Paharganj fue, de hecho, comparable a atentar en cualquier calle del mundo el último fin de semana antes de Navidad.
Cuando detonó la explosión, fue una carnicería. Testigos dijeron que vieron cuerpos carbonizados siendo extraídos de las ruinas, mientras los sobrevivientes aparecían cubiertos de sangre. Al menos 60 personas resultaron heridas sólo en Paharganj. La gente corría al lugar para ayudar a sus seres queridos. Muchos indios no pueden acceder a teléfonos celulares, por ello la única forma de saber si sus parientes habían sobrevivido era apresurarse al lugar de la explosión ellos mismos. La policía se vio forzada a instar a la multitud a dispersarse para que el personal de las ambulancias pudiera pasar con los heridos.
Pero eso no fue el final de las calamidades del día. Una segunda explosión tuvo lugar después, sólo momentos más tarde, esta vez en el mercado Sarojini Nagar, también uno de los distritos de compras más atestados y lugar de numerosos negocios de electrónica, tiendas de ropa y restaurantes de comida rápida. El segundo estallido provocó incendios en varios negocios, y los bomberos tuvieron que apresurarse al lugar mientras una densa nube de humo negro descendía como un manto sobre los heridos. Rickshaws (vehículos de dos ruedas de tracción a sangre humana) también se prendieron fuego. Al igual que Paharganj, el mercado Saroniji Nagar es un distrito de descuentos, donde la gente busca ofertas, y fueron los pobres los que murieron en las explosiones de ayer. Se cree que por lo menos 39 personas murieron en Sarojini Nagar, aunque allí el número de bajas –como en los otros lugares– podría aumentar en las siguientes 24 horas.
Luego una tercera explosión sacudió la ciudad. Esta bomba detonó en un colectivo en el suburbio de Govindpuri, un área industrial en las afueras del sur de la capital. Se informó que tres personas murieron, pero había pocos detalles disponibles. Hubo informes de que un alerta fue emitido en India recientemente al cual le siguió una información secreta de Estados Unidos de que militantes islámicos estaban planeando ataques sobre objetivos norteamericanos en India. Pero los funcionarios insistieron en que aún era demasiado pronto para juzgar quién pudo ser responsable por las tres explosiones. India es hogar de una multitud de grupos militantes violentos, incluyendo separatistas tribales y revolucionarios maoístas.
Lo que provoca el mayor temor entre los habitantes de la capital india es que se tomen represalias violentas contra una u otra comunidad como resultado de que se culpe a alguna de las comunidades religiosas de India. Claramente inquieto por la seguridad de la gran población musulmana india, Pakistán condenó rápidamente anoche los atentados. El canciller de Gran Bretaña, Jack Straw, también condenó las mortales explosiones. “Este es otro ejemplo de la desconsideración cínica e insensible de los terroristas por la vida humana. De parte del gobierno británico, deseo ofrecer a la población de India mi apoyo y profundas condolencias.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.

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Policías indios se congregan ayer en torno del sitio de la explosión en Paharganj.
 

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