EL MUNDO › HABLA CARLOS OMINAMI, SENADOR SOCIALISTA Y EX MINISTRO EN CHILE

“Ganaremos con una mayoría holgada”

El 15 de enero se definirá el resultado final de las elecciones presidenciales en Chile. Michelle Bachelet, socialista, encabeza las preferencias contra el empresario Sebastián Piñera. Según el senador Carlos Ominami, en diálogo con Página/12, no hay dudas del triunfo de su candidata.

 Por Mercedes López San Miguel

El senador Carlos Ominami, socialista, bachelista y ex ministro de Economía del gobierno de Patricio Aylwin (1990-92), habló con Página/12 en su visita a Buenos Aires de cara a la segunda vuelta en Chile. El duelo el próximo 15 de enero será entre la candidata de la Concertación (alianza de centroizquierda) y mejor posicionada, Michelle Bachelet, y el liberal Sebastián Piñera. Ominami, quien fuera en septiembre del ‘92 el jefe de la precampaña de Lagos, considera que la postulante socialista tendrá tres asuntos pendientes para lograr: mayor igualdad, institucionalidad política y cooperación de Chile con los vecinos.
–¿Cuál es el escenario que se ha constituido hacia el ballottage?
–Tenemos una muy buena posibilidad de darle a la mayoría parlamentaria que ya ganamos el 11 de diciembre, una mayoría presidencial más sólida que la que tuvo Ricardo Lagos. Parece paradójico, porque Bachelet sacó menos votos que Lagos en primera vuelta (48 frente a 46 por ciento). Creo que la novedad del cuadro 2005 es la irrupción de Piñera, es un hecho novedoso. Si Piñera se hubiera presentado en el ’99 en la elección junto a Lavín y Lagos, no es tan seguro que Lagos hubiera sacado el 48 por ciento.
La candidatura de Piñera prometió algo que no podía cumplir: ser capaz de romper el eje de fuerzas tradicionales de los últimos 16 años e incorporar fuerzas de la Concertación. Su discurso produjo cierto impacto y por eso logró el 26 por ciento de los votos. Igual, la diferencia entre la primera y el segundo es de 20 puntos. Es muchísimo.
–Con el apoyo dado por el Partido Comunista, ¿será suficiente para la Concertación?
–A nosotros nos basta con mantener nuestro 46, sumar lo esencial del 6 por ciento de la bancada extraparlamentaria y con eso ya ganamos. Del 6 por ciento del electorado de Tomás Hirsch (Partido Comunista y Humanista) calculamos un 4 por ciento. Creo además que tendremos dos fuentes adicionales de apoyo: una, la gente que creyó que Piñera representaba algo distinto o autónomo de Lavín y los ve ahora juntos y se decepciona. Y el otro, un mundo popular lavinista que tiene un problema con Piñera. Si hacemos las cosas bien, tendremos una elección el día 15 con una diferencia holgada: en torno de 54 a 46.
–¿De dónde saca los votos Piñera?
–Algo de votación de Bachelet –democristianos– y toda la de Lavín (23 por ciento). Pero insisto, hay gente de la UDI que no está con Piñera.
–¿A qué se refiere con que ustedes deben hacer las cosas bien?
–A rectificar algunas cosas respecto de la campaña en primera vuelta y se está haciendo. La incorporación de dos políticos tradicionales como son Andrés Zaldívar y Sergio Bitar le da dirección política a la campaña. El discurso más nítido de Bachelet –hasta ahora habló de muchas cosas–.
–¿Por ejemplo haciendo hincapié en qué?
–Ella tiene que poner en el centro del debate el trabajo y los trabajadores; el tema de la distribución del ingreso es más abstracto. Tenemos más del 50 por ciento de los trabajadores que ganan menos de los sueldos mínimos, ahí se da una base importante de la desigualdad. Tenemos un trabajo cada vez más precario. Es un tema para discutir con Piñera, dado que él tiene cero sensibilidad y en donde él no es ningún ejemplo. Piñera dice: más flexibilidad, nosotros decimos más dignidad.
–Andrés Velasco, asesor económico de Bachelet, dijo que habrá mayor flexibilización negociando con convenios colectivos...
–Yo prefiero llamarlo adaptabilidad laboral para que las mujeres y los jóvenes puedan hacer media jornada, está bien. Una adaptabilidad que sea pactada, no impuesta.
–¿Pero como haría un gobierno de la Concertación para lidiar con las alas más liberal y progresista, es decir, seguirá cumpliéndose a rajatabla la economía de mercado?
–La Concertación sacó el 52 por ciento de los votos y la candidata 46, lo que es un dato clave. Con Lagos se hicieron las transformaciones más simbólicas: derechos humanos, abrir La Moneda, procesamiento a Pinochet. Lo que viene de aquí en adelante tiene que ver con un país más estable y abordaremos los temas sociales, que cuestan dinero.
–¿Cuál será el rol del Estado?
–Si queremos que haya más igualdad en Chile, que es un reclamo general, eso requiere políticas públicas más consistentes. Segundo, queremos generar instituciones que permitan una mayor participación de la ciudadanía, como referendos, plebiscitos. Tercero, la inserción regional. Tenemos un Evo Morales, no sabemos qué va a pasar en Perú y creo que Chile es el buen alumno de América latina, pero su desafío es ser un buen compañero. Chile, naturalmente por estar mejor, tiene mayores responsabilidades y no puede pedir simetrías.
–¿Cómo ven la incorporación de Venezuela y Bolivia al Mercosur?
–Yo hablé con Chacho Alvarez ese tema y la discusión sobre el asunto cambiario en Chile. El país debe invertir en fondos estructurales del Mercosur, debe utilizar sus excedentes. Eso es bueno para su economía y es un gesto político.
–¿Reformarán el sistema de pensiones?
–En el gobierno de Frei la prioridad fue la reforma judicial; en el de Lagos, la reforma de la salud. En el próximo gobierno será la reforma del sistema de pensiones. Si queremos hacer igualdad, se requiere una base de financiamiento público mayor.
–¿Significa un aumento de impuestos?
–No necesariamente habría un aumento de las tasas. Tenemos un sistema de exenciones tributarias ampliamente generoso. Respecto del sistema previsional, un 50 por ciento está fuera y dentro del sistema, un 50 por ciento que no le alcanza para la jubilación mínima. Esto requiere de cirugía mayor. Afortunadamente contamos con mayoría en ambas cámaras. Con la contribución del 10 por ciento de los trabajadores no alcanza, ¿quién pone el resto? No me gusta la idea de que sea de los empresarios directamente con el impuesto al trabajo. Los trabajadores, menos. Habrá que hacerlo vía impuestos generales. Además, la gente tiene bajas pensiones porque gana poco.
–¿Será decisivo el debate del 4 de enero?
–Yo creo que sí. Piñera tiene mucha plata, pero Bachelet, una biografía histórica a favor de los derechos humanos y debe hacer foco en uno o dos temas importantes, como trabajo o temas internacionales. Piñera con Kirchner, Lula, Morales, es como decimos en Chile, un chancho en misa.

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