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Hacía bastante que no se hablaba de polarización en la política, al punto que en los dos grandes partidos se produjeron fenómenos que van en el camino opuesto. El radicalismo quedó fuertemente reducido, el PJ presentó tres candidatos presidenciales en 2003 y la oposición fue distinta en cada distrito. Ayer, nuevamente se habló de oficialismo versus oposición, del choque entre dos grandes fuerzas. Página/12 les preguntó a cuatro consultores políticos si la polarización que se percibió ayer tiene futuro y si beneficia al Gobierno o a la oposición.
- Hugo Haime, de Hugo Haime y Asociados: La polarización le conviene a la oposición. Hasta el momento había una oposición dispersa, débil. Ahora se juntó y eso le da cierto cuerpo. No queda claro si tienen alguna chance de estructurarse para otras ocasiones en las que se quieran oponer a alguna medida del Gobierno. Del modo que lo hicieron, la movida los favorece, porque fue sobre puntos en los que están de acuerdo. Es una especie de protesta institucionalista, que no tiene complicaciones. Otra cosa es si estuvieran tratando de ponerse de acuerdo en cómo combatir la desocupación. En ese terreno van a tender a romperse. En cambio en el marco de la protesta institucional contra algo puntual que ellos consideran que viola la Constitución, se pueden mantener.
- Analía Del Franco, de Analogías: El hecho de que la oposición se haya juntado para la cuestión puntual de manifestarse en contra de la reforma al Consejo de la Magistratura no me parece un síntoma de polarización. No veo que haya un acuerdo estable en la oposición ni vayamos a un enfrentamiento oficialismo contra la oposición. La cuestión del Consejo de la Magistratura es un punto de acuerdo entre los opositores, pero no veo que eso perfile algo más permanente. Además, debo decir que hay temas en que la división para nada se da de esa manera. Por ejemplo, en el pago al FMI hay gran parte de los votantes opositores e incluso de los dirigentes que no están en contra. Para mí, no hay polarización. Este es un punto que irritó a la oposición y nada más.
- Mora y Araujo, de Ipsos Mora y Araujo: A la oposición le conviene, si bien carece de liderazgo, porque no se sabe quién lleva la voz cantante. Ellos dirán que no tiene importancia, pero la gente en general quiere tener un referente, quiere saber quién conduce. Al Gobierno obviamente esto no le conviene. Le conviene una oposición fragmentada. Obviamente lo primero que hizo el Ejecutivo fue salir a la cancha a descalificar ese aglutinamiento de la oposición, pero habrá que ver cómo sigue. La pregunta es si existen chances de que este acercamiento se estructure y se mantenga en el tiempo. Es difícil, pero algunas chances hay. Hoy el Gobierno carece de oposición, algo que es raro a nivel internacional. En casi todos los países tiende a generarse una oposición neta, fuerte. Claro que para quienes se juntaron ayer, las diferencias ideológicas son importantes. Si la cuestión se mantiene en el terreno institucional, lo ideológico pasa a un segundo plano y las chances de que perdure el aglutinamiento es mayor. Si lo que priman son las ideologías, es difícil que continúe. De todas maneras, en la política actual priman los liderazgos y eso falta en la oposición argentina.
- Artemio López, de Equis: Partimos de un hecho claro: la oposición está muy débil. Y lo que ayer se vio es un agrupamiento de actores muy asimétricos. Algunos tienen vocaciones provinciales, como Hermes Binner, otros vocaciones nacionales, como Mauricio Macri, o un perfil más místico, como Elisa Carrió. Yo no creo que vayan camino a coaligarse en una especie de Unión Democrática porque después de la dictadura militar ya no hay espacio para que se conjuguen tradiciones políticas tan distintas. No veo, por ejemplo, a Hermes Binner juntándose con Luis Patti. Creo que cada uno encontrará su perfil y se desarrollará individualmente. Lo de ayer fue unacircunstancia. Cuando se resolvió el pago al Fondo también percibimos una actitud de oposición.