EL MUNDO › LONDRES REDOBLA LA APUESTA CONTRA LA INMIGRACION

A buscar asilo a otra parte

Gran Bretaña impulsa con España la adopción de leyes contra la inmigración. En la cumbre de Sevilla no consiguió lo que quería, así que ahora insistirá sobre las solicitudes de asilo político.

Por Ian Black y
Patrick Wintour *
Desde Sevilla y Londres

El secretario del Interior británico, David Blunkett, presionará nuevamente con la restricción sobre los solicitantes de asilo en la Unión Europea luego de los resultados de la cumbre de Sevilla, y prometió que hará público sus planes legislativos para modificar el régimen de los documentos de identidad en los próximos días. Blunkett le comunicará su decisión al nuevo ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, mañana en una reunión en Londres. La lista de medidas de Blunkett incluye el cierre del centro de refugiados de Sagatte, cerca de Calais, medidas extra de seguridad en los depósitos de Calais, acciones más duras contra las rutas de tráfico humano dentro de Francia y un nuevo acuerdo bilateral.
Gran Bretaña salió satisfecha de la cumbre de la Unión Europea en Sevilla, ya que lo grueso del documento redactado junto a España, que incluye un calendario para la adopción de mayores controles fronterizos, una definición común del status de refugiado, y un procedimiento para la distribución de responsabilidades con respecto a los solicitantes de asilo, fue aceptado. De todos modos, Gran Bretaña no pudo lograr todos los progresos que quería en un punto lleno de controversias, como el de ofrecer ayuda de la Unión Europea a aquellos países que cooperen con el retorno de quienes no obtuvieron los asilos pedidos.
El canciller británico, Jack Straw, negó informaciones sobre el hecho de que Gran Bretaña haya sufrido una derrota humillante en la cumbre por la oposición del recientemente fortalecido presidente francés, Jacques Chirac. Straw declaró que la Unión Europea seguirá adelante con los planes presentados por Gran Bretaña para darles ayuda adicional a los países extracomunitarios que cooperen con la política de inmigración europea. En la propuesta presentada por los jefes de gobierno británico y español, Tony Blair y José María Aznar, respectivamente, se sugiere que la Unión Europea debe utilizar “su influencia económica y financiera” contra los países que no cooperen conteniendo a sus emigrantes.
En un documento suscripto en una reunión en Bruselas el 13 de junio, Blunkett había limitado la idea a urgir “a la comisión para que incluya la cooperación en materia de retorno de inmigrantes como uno de los factores a ser considerados a la hora de decidir asistencias financieras a países terceros”. El documento aclara que la medida no debería minar la necesidad de enfocar la cuestión en la ayuda para la reducción de la pobreza en los países con bajos ingresos.
Durante la cumbre, Gran Bretaña se concentró en pelear por un parágrafo en la conclusión de la presidencia de la UE que incluyera la amenaza de revocación de los acuerdos de asociación del organismo con estos países. En su lugar obtuvo una mención en las conclusiones, que alude a que la UE podría adoptar “medidas contra aquel país que muestre una injustificada falta de cooperación en el manejo conjunto de los flujos migratorios. Cualquiera de estas medidas deberá honrar el compromiso contractual de la UE y no comprometer los objetivos de la cooperación respecto del desarrollo económico en esos países”.
Un ministro británico concedió que “hubo rumores acerca de que queríamos proponer directamente el corte de la ayuda al país que no se lleve de vuelta a los inmigrantes ilegales que intentan entrar a la UE. Esa no fue, nunca, nuestra intención. Nunca quisimos castigar a los pobres. Todo esto terminó como si nosotros estuviéramos defendiendo principios que nos son completamente ajenos”. España y Gran Bretaña lograron el apoyo de Alemania e Italia. Pero Francia, Suecia y otros países más pequeños se opusieron a todo lo que condicionara la ayuda económica europea.
La UE acordó terminar la elaboración de una política común sobre asilo para el fin del año que viene y reformar la convención de Dublín sobre asilo para diciembre de este año. Las primeras operaciones fronterizas conjuntas comenzarán en ese momento. Los lídereseuropeos acordaron una cooperación más firme de sus guardias fronterizos, pero no hubo acuerdo sobre la creación de un cuerpo común de fronteras.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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