EL MUNDO › ENTREVISTA CON LA EX ALCALDESA PAULISTA MARTA SUPLICY, ALIADA DE LULA

“Nadie cree que Alckmin no va a privatizar”

Nombrada jefa de campaña del presidente tras el fracaso electoral en el distrito que le costó a Lula el triunfo en primera vuelta, Suplicy no ahorra críticas para el rival socialdemócrata en el ballottage del domingo, pero también pide una autocrítica en el PT.

 Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

Si usted quiere saber todo lo que Lula le diría a Geraldo Alckmin, pero calla, no necesita más que oír a Marta Suplicy. “Es un provinciano sin visión de mundo”, “tiene una careta de plástico”, “aunque se ponga una camiseta de Petrobras nadie cree que no va a privatizar”. Suplicy fue designada nueva coordinadora de la campaña de Lula en el estado de San Pablo, el mayor distrito electoral, tras el fracaso petista en la primera vuelta, cuando Lula quedó aquí 18 puntos debajo de Alckmin. La ex alcaldesa de la capital paulista parece a gusto con la misión que le encomendó el presidente: ir al cruce directo de los “tucanes”, apodo que identifica a los afiliados al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

Ayer Suplicy recorrió la periferia paulista acompañada de la esposa de Lula, Marisa Leticia, lo mismo que hará durante toda la semana, la última de proselitismo antes del ballotage del próximo domingo. “Creo que hay cientos de miles de votos para recuperar en la ciudad de San Pablo donde obtuve el 70 por ciento cuando fui electa, y Lula sacó 48 por ciento en la primera vuelta”, aseguró durante una entrevista concedida a Página/12.

–¿Son tan diferentes los proyectos de Lula y Alckmin?

–Son completamente diferenciados. La candidatura de ellos está identificada con las privatizaciones. Alckmin no puede engañar a nadie poniéndose una camiseta de Petrobras y hablando bien de las estatales porque cuando fue gobernador de San Pablo privatizó todo lo que pudo: banco Banespa, Electropaulo, las carreteras, las empresas de gas. Fíjese, ellos hablan de “choque de gestión”, ¿qué es eso?: dimitir funcionarios públicos y achicar al Estado.

–¿Es nula la posibilidad de que Lula privatice Petrobras?

–Cero absoluto.

–¿Esta política económica es la continuidad del gobierno Cardoso?

–Creo que el actual programa económico tuvo muchas similitudes con el del gobierno Cardoso, pero también hay diferencias. Creo que en esta segunda gestión no habrá cambios bruscos y creo que el presidente hará algunas pequeñas alteraciones para impulsar más el crecimiento. Pero nada de grandes cambios. No podemos cambiar totalmente una política que al mismo tiempo consiguió contener la inflación y mejorar la distribución de la renta.

–En un segundo gobierno, ¿habría corte de gasto público?

–El PT tiene sentido común. En un segundo gobierno no se va a reducir el monto destinado a la Bolsa Familia (principal programa social). Nuestro partido se diferencia del PSDB en que ellos quieren recortar gastos sociales y nosotros no. Pero es cierto que se puede disminuir algún gasto superfluo, se puede desburocratizar algo de la máquina.

–¿El PT sobrevivirá a tantos escándalos?

–Creo que si no hubiera ocurrido todo lo que ocurrió en el PT se habría ganado en el primer turno. Pero todos esos problemas no impidieron que haya sido el partido más votado y que Lula hiciera una excelente elección con 48,5 por ciento de los votos. Creo que el balance interno no debe hacerse ahora, sería una irresponsabilidad. Pero el año próximo deberemos reflexionar a fondo sobre todo lo que pasó.

–¿Tiene aspiraciones presidenciales para el 2010?

–Diría que el 2010 está fuera de mis preocupaciones actuales.

Psicoanalista, Suplicy durante años condujo un programa televisivo sobre educación sexual. Como diputada presentó un proyecto para legalizar las parejas homosexuales y organizó durante su gestión en San Pablo las manifestaciones de “orgullo gay”, que hoy son las más concurridas del mundo. Al referirse a la posición del candidato opositor sobre el tema la petista sube el tono.

“Alckmin ha tenido una actitud hipócrita, llegó a decir que si el Congreso aprobara la ley él la sancionaría, pero eso es falso, porque en todo su gobierno nunca mostró la menor buena voluntad hacia las minorías sexuales. Es más, cuando fui alcaldesa di beneficios a funcionarios públicos que mantenían relaciones estables y él no hizo nada igual. Es una persona de posiciones retrógradas, tiene una relación muy fuerte con el Opus Dei, su padre era miembro y siendo gobernador Alckmin organizó eventos del Opus Dei en el Palacio de los Bandeirantes (la gobernación paulista).

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La ex alcaldesa es la apuesta de Lula para recuperar terreno en San Pablo de cara al ballottage.
Imagen: AFP
 
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