EL MUNDO › SEGUN LA AGENCIA MUNDIAL DE ENERGIA ATOMICA

Irán, “muy lejos” de la bomba

Irán ignoró las advertencias de Estados Unidos y Europa y prometió construir miles de centrifugadoras para lograr producir combustible nuclear. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, no sólo anunció que avanzarán con su programa nuclear, sino que además trató de desalentar los intentos para aprobar sanciones económicas en el Consejo de Seguridad. “Si imponen sanciones, se pondrá en marcha un nuevo orden financiero”, amenazó el mandatario, quien también instó a los dirigentes demócratas a no continuar con la política de George Bush. El Consejo seguramente se basará en el último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en el que se cuestionó la falta de transparencia del proceso nuclear iraní. El organismo también confirmó la existencia de nuevos restos de plutonio y de casi 35 kilos de uranio enriquecido. Sin embargo, el informe fue claro: el régimen iraní todavía está muy lejos de conseguir los elementos necesarios para construir una arma nuclear.

En el informe, que todavía no ha sido difundido oficialmente, la agencia de las Naciones Unidas aseguró que Teherán debe esforzarse más para aclarar todos los aspectos de su programa nuclear, algunos, dice, presuntamente militares. “Los avances en este sentido son un requisito necesario para que la agencia pueda confirmar la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán”, se afirmó en el informe. El documento también hizo énfasis en los restos de plutonio encontrados y en el hecho de que en los últimos tiempos los técnicos iraníes han enriquecido alrededor de 34 kilos de uranio. Exactamente los dos elementos que son centrales a la hora de construir una arma nuclear.

El informe destacó varias veces este temor, el mismo que repite en sus discursos una y otra vez el presidente Bush. Sin embargo, los inspectores de la OIEA también reconocieron –lo que por supuesto no hace Bush– que hasta ahora la pureza del uranio enriquecido en la planta piloto de Natanz es menor al 5 por ciento, lejos de lo que requiere una arma nuclear. Un uso militar del uranio enriquecido demanda al menos una pureza del 90 por ciento. Mientras que para producir combustible para alimentar a los reactores energéticos –el objetivo de Irán, según Ahmadinejad– se necesita un uranio poco enriquecido, con una pureza menor al 20 por ciento. Pero estos datos no parecieron impresionar tanto a Estados Unidos como las declaraciones de Ahmadinejad. “Espero que este año podamos llevar a cabo una gran celebración por la nuclearización de Irán”, había afirmado en la mañana de ayer el presidente iraní, al presentar su plan para llegar a instalar 60 mil centrifugadoras –número muy superior a las casi 200 actuales. La reacción de Washington no se hizo esperar–. “Eso debería ser un llamado de atención para el resto del mundo”, declaró el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack. Esta afirmación bien podría estar dirigida a sus compañeros en el Consejo de Seguridad, quienes en estos días están negociando sanciones económicas contra Teherán por no haber acatado la resolución que le daba plazo hasta fines de agosto pasado para suspender su programa nuclear.

En estos últimos días Irán ha sido mencionado varias veces como posible actor en las negociaciones de paz en Medio Oriente. Ahmadinejad no hizo referencia a esta posibilidad ni a la invitación que le hizo el premier británico Tony Blair, el lunes por la noche, para colaborar con el proceso de paz en Irak. Teherán por ahora sólo se limita a afirmar que no está analizando abrir un diálogo con el gobierno de Estados Unidos.

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