La jueza María Teresa Salgueiro dio ayer un paso sorpresivo: resolvió anular el dictamen realizado por ocho profesores titulares de la Facultad de Medicina de la UBA que diagnosticaron que Matías Bragagnolo sufrió una muerte súbita, es decir que no hubo homicidio en el caso. La magistrada sostuvo que “el informe tiene una ausencia total de fundamentos y por tanto carece de eficacia probatoria”. En diálogo con Página/12, varios de los profesores participantes afirmaron que “se entregaron más de cien páginas contestando preguntas. Ahí está la fundamentación. Pero, en todo caso, si la jueza quería más explicaciones, no correspondía anular el dictamen sino pedir una ampliación”. Este diario consultó también a jueces y camaristas del fuero penal que coincidieron con la apreciación de que la jueza Salgueiro, si la fundamentación le pareció escasa o débil, debió pedir una ampliación, no decretar la nulidad. “Parece que a la jueza no le gustó la conclusión de que no hubo homicidio, pero eso la hace pasible de ser acusada de parcial”, razonó un camarista.

El estudio fue encargado por la jueza Salgueiro a la UBA, que para ese fin designó un equipo de profesores del máximo nivel: dos cardiólogos, un neurólogo, un neumonólogo, un médico del deporte, un toxicólogo y el propio decano de la facultad, Alfredo Buzzi. La coordinación estuvo a cargo del psiquiatra forense Luis Kivtko. Hace más de dos meses, la magistrada les formuló una larga serie de preguntas y, además, pidió una conclusión. Los médicos respondieron las preguntas en más de cien páginas, pero la conclusión la formularon en cuatro renglones: Matías falleció por “muerte súbita”, producto de un mal congénito o adquirido de cuya existencia no sabían ni él ni sus padres porque no le producía síntomas. Desde el punto de vista judicial, ese diagnóstico significa que no se les puede endilgar la muerte a los jóvenes que, según la familia, patotearon a Matías y, según los defensores, se pelearon con él.

El abogado de la familia Bragagnolo pidió el lunes mismo la anulación del dictamen de la Facultad de Medicina y la jueza, en un escrito de una página, decretó ayer la nulidad. Los jueces y camaristas consultados por este diario opinaron lo siguiente sobre lo decidido ayer por Salgueiro:

- Si ella tenía dudas científicas, fue correcto pedir un dictamen de médicos de prestigio que le permitieran entender mejor lo que pasó.

- La mayoría de los consultados cree que convenía incorporar a ese estudio a médicos de las partes, como para que los hombres de la UBA pudiera debatir mejor las posiciones y las partes tuvieran la oportunidad de controlar el trabajo. Sin embargo, como los profesores analizaron las autopsias y los informes médicos que ya estaban en el expediente, no se estaba produciendo un hecho irrepetible –como una autopsia– sino que las partes también podían –y pueden– debatir sobre las conclusiones una vez terminado el dictamen.

- Los consultados coincidieron en que es impropio que una jueza anule el informe de profesionales de semejante prestigio. En todo caso, debió pedir aclaraciones.

- Es indudable que la defensa ahora apelará la decisión a la Cámara. Y no se puede descartar que se apoye en la resolución de ayer para pedir que la jueza sea apartada del expediente por parcialidad.

Mientras tanto, la magistrada podría tomar alguna decisión sobre el fondo del caso. Es difícil que vuelva a encarcelar a alguno de los jóvenes, pero podría determinar procesamientos, sobre todo si ella cree –como sugiere su resolución de ayer– que hubo homicidio. No intencional, pero homicidio.