EL MUNDO › IRLANDA DEL NORTE SERA GOBERNADA POR AMBOS PARTIDOS A PARTIR DEL 8 DE MAYO

Católicos y protestantes comparten el poder

Ian Paisley, líder de los unionistas, y Gerry Adams, presidente del Sinn Fein –brazo político del IRA–, acordaron gobernar juntos, apuntalando el proceso de paz con bases políticas. Sorprendió porque, hasta ayer, el primero no había hablado con el segundo.

 Por David McKittrick *

Ian Paisley y Gerry Adams no se dieron la mano ayer: no necesitaban hacerlo, ya que su forma de demostrar que están listos para gobernar juntos produjo una imagen más ilustrada y fuerte. El contenido de lo que dijeron es suficientemente asombroso, pero la forma en que lo hicieron lo es aún más: se sentaron lado a lado, dando toda la impresión de tener el propósito y la intención de hacer algo serio juntos. La foto de las dos figuras políticas líderes de Belfast, flanqueadas por sus principales asesores, mandaba un mensaje subliminal, pero ambigua: que después de 3700 muertes, los problemas se acababan y podía comenzar la verdadera política.

Los dos guerreros creen que pueden trabajar juntos, compartir el poder. El pastor Paisley, protestante, uno de los pocos dirigentes que fundó su propia iglesia, la Prebisteriana libre, y su partido político el DUP. Gerry Adams, defensor de la causa de los católicos en Irlanda del Norte, fue el primer representante electo del Sinn Fein en la Cámara de los Comunes británica en 1983. Las declaraciones que emitieron en el salón de Stormont (el Parlamento nordirlandés) estaban exquisitamente fraseadas para que no pudieran ofender a nadie. La gran noticia que daban era que Sinn Fein y el Partido Unionista Democrático (DUP) iban a gobernar juntos, lanzando una nueva era y apuntalando el proceso de paz con una base política. Pero más asombroso fue la ausencia de amenazas o condiciones: nada de condenas, ni de culpas. Los dos se escucharon atenta y amablemente, transmitiendo algo nuevo en la política de Belfast: el respeto mutuo.

Durante meses, Londres, Dublín, Washington, republicanos y casi todo el mundo han presionado a Paisley para que comparta su poder con Sinn Fein. Finalmente lo ha hecho y muy bien, sin un asomo de reserva o de tensión. Hasta ahora ni siquiera ha hablado con Adams o con cualquier representante de Sinn Fein, lo que hacía pensar que no se podía esperar un avance de su primer encuentro. Pero el progreso llegó y, al permitir que las cámaras lo plasmaran, los partidos brindaron una imagen que tendrá su lugar entre los momentos clave en otros procesos de paz a través del mundo.

Paisley anunció el momento de la transferencia del gobierno central a Irlanda del Norte con una frase que nadie le había escuchado decir antes: “Hoy hemos acordado con Sinn Fein que esta fecha será el martes 8 de mayo de 2007”. Añadió: “No debemos permitir que nuestro justificado odio por los horrores y tragedias del pasado sean una barrera para crear un futuro mejor y más estable”. Las dos declaraciones fueron estudiadas simétricamente. Adams fue un eco al aceptar que “las relaciones entre la gente de esta isla han estado marcadas por siglos de discordia, conflicto, heridas y tragedia”. Continuó: “Las discusiones y los acuerdos entre nuestros dos partidos muestran el potencial de lo que se puede lograr”. La sensación de satisfacción mutua fue también evidente en Londres y Dublín, con los dos gobiernos exultantes por el éxito logrado en la tarea que ha llevado más de una década.

Tony Blair dijo orgullosamente: “Todo lo que hemos hecho en los últimos diez años ha sido una preparación para este momento”; mientras el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, aplaudía el trato como teniendo “el potencial para transformar el futuro de esta isla”. También hubo felicitaciones de Estados Unidos, ya que Bush y especialmente la administración Clinton han estado muy involucrados en el proceso de paz. Anoche, Washington esperaba ansiosa el amanecer de “una nueva era para Irlanda del Norte”.

Hace tiempo que el gobierno estableció el día de ayer como fecha límite. El secretario de Irlanda del Norte, Peter Hain, proclamando –más de 50 veces de acuerdo con la cuenta del DUP– que era “transferencia de poder o disolución”. Una reunión acordada por la Asamblea para el mediodía de ayer fue abandonada, y la transferencia de poderes de Londres no sucederá hasta el 8 de mayo. Pero una demora de seis semanas en la transferencia de poderes es considerada una nimiedad como precio a pagar por el progreso de ayer. Aunque se esperaba una transferencia de poder en alguna etapa, muchos se preguntaban ayer cómo funcionará si Paisley mantiene su posición de no hablar.

Como primer ministro en especial, se esperará que trabaje junto a Martin McGuinness, que anoche aceptó el puesto de viceprimer ministro, después de ser nombrado por Sinn Fein. Paisley, sin embargo, ha dicho específicamente que tendrá reuniones regulares con McGuinness. Muchos observarán con fascinación qué tipo de relación puede desarrollarse entre el patriarca protestante y el una vez comandante del IRA. Pero, a juzgar por la actuación introductoria de Paisley-Adams de ayer, la esperada fricción será menor que lo anticipado, dado que los dos hombres han pasado toda una generación observándose desde lugares opuestos del espectro político.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Paisley (izq.), líder del mayoritario DUP, selló un acuerdo con Adams, del Sinn Fein.
 
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