La sesión del miércoles sería la última batalla parlamentaria del año para los diputados oficialistas. Aunque no será tarea fácil para el kirchnerismo darle media sanción al paquete económico del Gobierno, que incluye la moratoria impositiva, incentivos para las pymes que generen mayor empleo registrado y el blanqueo y repatriación de capitales. La secretaria del bloque K, la mendocina Patricia Fadel, afirma que el proyecto no será aprobado a libro cerrado porque “le hemos hecho un montón de modificaciones”, aunque admite que los cambios no alcanzaron para sumar aliados y sólo acompañarán la iniciativa unos pocos amigos. Niega que el proyecto signifique una derechización del Gobierno ante la imposibilidad de juntar a los aliados de centroizquierda, que votarán en contra de la iniciativa oficial. “Esto no nos aparta del proyecto nacional y popular que se trazó el Gobierno”, aseguró.

–Va a ser una votación ajustada para el oficialismo. ¿Por qué?

–Nos van a acompañar los amigos de siempre: el bloque de la Concertación (radicales K), los amigos de Santiago (Frente Cívico y Social) y varios monobloques, con algunos de los cuales todavía estamos hablando.

–¿La imposibilidad de abrir el proyecto le ha dificultado sumar aliados?

–Le hemos hecho muchos cambios al texto original.

–Salvo la decisión de especificar, en el caso del blanqueo de capitales, que sólo se extinguen las causas penales tributarias, las demás modificaciones obedecen a cuestiones de técnica parlamentaria.

–No, también hemos agregado al famoso artículo 32 que si bien quienes exterioricen sus bienes o capitales no estarán obligados a informar a la AFIP el origen de los mismos, las demás instituciones, como los bancos o la Justicia, pueden investigar su origen si hay sospechas. Ahora el texto es mucho más claro.

–Pero estas modificaciones no alcanzaron para sumar otros aliados.

–La verdad es que la oposición quiere dividir en tres el proyecto, para dejarnos solos en el tema del blanqueo. Pero para nosotros son tres patas de un paquete integral para enfrentar los coletazos de la crisis internacional. Igual, la oposición no nos va a acompañar en general aunque esté de acuerdo con el proyecto.

–Sin embargo, son medidas diferentes y apuntan a distintos sectores.

–Para nosotros es una unidad. Desde la moratoria que apunta a ordenar y volver a facilitarles el crédito a aquellos que no pudieron cumplir con sus obligaciones tributarias; pasando por el blanqueo laboral con facilidades de hasta un 50 por ciento para las pymes que generen nuevos empleos; hasta la repatriación de capitales para mucha gente que quiere traer sus bienes de regreso a la Argentina, porque en algún momento tuvieron dudas sobre la situación del país y sus sucesivas crisis y que ahora lo ven mejor posicionado frente a una crisis internacional inédita. Esto también vale para la gente que vive aquí y por temor ha sacado sus ahorros del sistema financiero formal.

–¿Tienen cuantificado cuánto dinero regresaría al país con este blanqueo?

–Considero que si no hubiera expectativas importantes, el Gobierno no habría generado esta iniciativa y no estaríamos discutiendo este tema.

–¿No tienen datos?

–No tenemos detalles.

–No va a ser un debate fácil para el bloque K, porque van a tener que defender un proyecto que aleja a varios de los aliados de centroizquierda que acompañaron al oficialismo en muchos otros proyectos.

–Para el Gobierno es una iniciativa muy importante y una confirmación del rumbo económico que hemos sostenido. Esto no significa que nos apartemos del proyecto nacional y popular que se trazó el Gobierno; lo demás, con respecto a los aliados, siempre es variable. Convengamos en que tampoco el PRO va a votar a favor de esta iniciativa.

–Pero el macrismo fue el único sector que sugirió modificaciones a favor del blanqueo de capitales. ¿Esto no los acerca más a las propuestas de la derecha?

–Es cierto que el PRO fue el que aportó sugerencias, aunque igual va a votar en contra. Puede ser verdad que ésta sea una concepción de la derecha, aunque nosotros buscamos objetivos claros: posibilitar que los que no pudieron cumplir con sus obligaciones tributarias no queden marginados del circuito de acceso al crédito, generar más y mejor empleo, traer inversiones y con la repatriación, inyectar capitales al mercado financiero. Todo en medio de una crisis mundial tan importante.