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Entrada la noche, pasó ayer a un cuarto intermedio hasta mañana la primera reunión entre el Sindicato de Camioneros y las empresas distribuidoras de diarios y revistas, que se inició a las 16 en el piso 13 del Ministerio de Trabajo. Durante la conciliación obligatoria, el ministerio les solicitó a los distribuidores que en 48 horas presentaran la lista de trabajadores de cada empresa y “regularicen” su situación. Del encuentro participó el secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, y por la parte empresaria el presidente de la Sociedad de Distribuidores, Jorge Taboada, entre otros. La negociación estuvo liderada por el jefe de gabinete de Trabajo, Norberto Ciaravino, y el director nacional de Negociación Colectiva, Adrián Caneto. El ministro Carlos Tomada siguió de cerca las conversaciones.

Luego de varias horas de discusión en la sede de Alem al 600, las partes volverán a verse las caras el próximo miércoles a las 16.30, en un nuevo encuentro de la conciliación obligatoria dictada por Caneto el viernes último, por un período hábil de 10 días. A pesar de las duras críticas de dirigentes políticos, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la campaña negativa de los grandes medios, los choferes de camiones adelantaron que, si fracasa la próxima negociación, ese mismo día el gremio realizará asambleas para analizar las medidas a tomar.

Antes de ingresar a la audiencia, el hijo del titular de la CGT, Hugo Moyano, aseguró que hasta ahora “son nueve las cooperativas que firmaron el acuerdo” por la afiliación de sus trabajadores al Sindicato de Camioneros, pero que “todavía faltan otras seis”. Según fuentes sindicales, están pendientes de pasarse unos 500 trabajadores.

Las mismas fuentes aseguran que los choferes de las cooperativas distribuidoras cobran actualmente un salario de entre 1600 y 1800 pesos, por doce horas de trabajo, mientras que si estuvieran afiliados al gremio de Camioneros cobrarían alrededor de 3600 con una jornada laboral de ocho horas. “No hubo bloqueos porque los diarios salieron. Fueron asambleas y estamos reclamando la incorporación de todos los camioneros y ayudantes a nuestro gremio. Los diarios salieron y las asambleas se realizaron de madrugada, dos horas antes para que no hubiera problemas con la distribución”, se defendió Moyano.

La semana pasada el Sindicato de Camioneros había realizado asambleas y movilizaciones en la puerta de la planta de impresión de los dos diarios más grandes del país, en reclamo del blanqueo de los trabajadores y la aplicación del convenio colectivo 40/89 de camioneros. Según las patronales, se produjeron hechos de violencia, hubo amenazas y hasta intimidaciones con armas de fuego.

Ayer, La Nación y Clarín culparon al Gobierno por el conflicto sindical y lo vincularon con la embestida de la SIP: señalaron a Moyano como “un aliado todoterreno” del Gobierno o como “el brazo ejecutor de las políticas” kirchneristas.