EL PAíS › EL DIPUTADO NACIONAL DEL FRENTE PARA LA VICTORIA CARLOS KUNKEL

“No gobernaremos con las recetas de ellos”

“La ciudadanía va a garantizar la presencia de un peronista en 2011 que asegure la continuidad del rumbo”, pronostica el diputado kirchnerista. Cuestiona a la oposición y reivindica el derecho al veto.

 Por Martín Piqué

Carlos Kunkel se sienta en un sillón de su despacho dispuesto a conversar sin interrupciones. Detrás de él se ve un retrato de Juan Manuel de Rosas pintado por el pintor Raúl Moneta, un homónimo del banquero y empresario de medios. De otra pared de su oficina –tercer piso del Congreso, en plena remodelación– cuelga una bandera argentina con las dos franjas celestes de color azul y aquella recordada consigna del federalismo: “Mueran los salvajes unitarios”. Critica a la oposición, se involucra en el debate en torno de las reformas del Consejo de la Magistratura y debate con el bloque de centroizquierda agrupado alrededor de Pino Solanas. Cuando se le pregunta por la sucesión de CFK, Kunkel vaticina que en 2011 será electo un peronista. “Nosotros vamos a seguir trabajando para construir un estado de bienestar de cara al siglo XXI. Y la ciudadanía va a garantizar la presencia de un peronista que asegure la continuidad del rumbo.”

–Se dice que en el oficialismo hay halcones y palomas. Las palomas serían aquellos dirigentes más predispuestos a la negociación. Los halcones lo único que harían es potenciar los conflictos, profundizar las contradicciones con la oposición. ¿Usted es un halcón?

–Yo me considero un peronista de toda la vida. Y lo que digo es muy sencillo. Si nosotros adoptamos la única forma de consensuar que tienen los que quieren ganarse 500 millones de dólares en un año percibiendo intereses por dinero que se niegan a prestarles a los factores de la producción... estaríamos muy equivocados. El sector financiero argentino está obteniendo importantes ganancias a partir de 2006. Pero se presta muy poquito a los factores de la producción. El poco crédito que da la actividad privada se orienta hacia el consumo. Porque la capacidad de consumo de la población está aumentando, la gente tiene acceso a tarjetas y no siempre evalúa bien: muchas veces mira cuántas cuotas paga y se olvida de lo que paga al final de intereses. Eso les está dando a los bancos un 30 por ciento de ganancias. Y eso que los bancos no prestan plata propia: prestan la que reciben de los ahorristas, de las cuentas sueldo. Es una diferencia muy grande que no se permite en ninguna parte del mundo. Y además los bancos quieren seguir prestándole al Estado a tasas del 14 o del 15 por ciento. Y eso cuando el Estado tiene dinero disponible, al que no tiene por qué tener ocioso. Es muy difícil consensuar. Imagínese que alguien que piensa ganar 500 o 600 millones de dólares sin ningún riesgo, nada más que por un pase contable hecho desde una computadora, ¿cómo lo va a convencer de que ese dinero tiene que ganárselo de otra manera? De eso se está hablando. Y la otra opción que plantean es el ahorro. Ahhh... muy bien ¿Pero cómo ahorramos? ¿Paramos las obras de cloacas? ¿Las obras de agua? ¿La infraestructura vial? ¿Suprimimos la asignación universal por hijo? ¿La movilidad jubilatoria? ¿Vendemos nuevamente Aerolíneas Argentinas, Aguas Argentinas, el Correo?

–La oposición plantea una actualización de la política de subsidios.

–Entonces está proponiendo un aumento masivo del transporte que pagan los argentinos, especialmente los habitantes del conurbano, para venir a trabajar. Porque cuando le bajen los subsidios automáticamente tienen que aumentar las tarifas. La oposición nos entregó el país con 8500 millones de dólares de reservas y con una deuda pública que representa el 156 por ciento del PBI. Ahora dice que nosotros somos malos administradores porque hemos llevado las reservas a 48 mil millones y reducido la deuda a 38 por ciento del PBI.

–¿Qué va a pasar con el PJ tras la reasunción de Kirchner?

–El año pasado tuvimos una pérdida importante. Caímos del 46 al 32 por ciento. Fue una caída y nos hacemos cargo. Pero cuando Mauricio Macri apareció en esa cena tan emotiva y tan sincera, espontánea, bailando con Gabriela Michetti por el triunfo electoral del 28 de junio, yo recordaba que veinte meses antes esa fórmula había obtenido el 60 por ciento de los votos. Así que en veinte meses de gestión cayeron del 62 por ciento al 31 por ciento. Eso no fue un gran triunfo. En nuestro caso, estamos tomando las medidas necesarias para recuperarnos. ¿Por qué? Porque seguramente anduvimos tibios en la ejecución de algunas medidas con las que nos habíamos comprometido y no hemos llegado con la suficiente contundencia a devolver al pueblo argentino los derechos que le fueron conculcados por el neoliberalismo. Vamos a ir a fondo hasta el 10 de diciembre de 2011 sin ninguna duda.

–¿Qué es ir a fondo?

–Hacer todas las transformaciones pendientes. Todas.

–¿Y se puede avanzar estando en minoría en el Congreso?

–Vamos a ver cuánto duran las minorías y cuánto duran las mayorías. En cada votación se verá.

–Pareciera que el PJ está en estado de asamblea.

–Es cierto el estado de asamblea. Permanentemente se están haciendo actos masivos, plenarios. En el conurbano ni hablar. Se escuchan voces críticas de una medida, voces a favor de otra. En las provincias también. Pero yo no sé si hay algún partido que tenga esa dinámica. Lo que sí tienen es una gran dinámica para pisar las alfombras de algunos medios de comunicación de la ciudad de Buenos Aires. Y eso demuestra que el conjunto de los argentinos espera las soluciones del peronismo. Y seguro que el peronismo las va a brindar. En agosto del año 2011 habrá elecciones internas. Y todos los que tengan que expresar sus distintas propuestas y alternativas para gobernar a partir del 2011 dentro del peronismo tendrán oportunidad de hacerlo participando de las internas. Nosotros no vamos a abdicar de las banderas históricas del peronismo. No vamos a renunciar a seguir aplicando las políticas que nos han permitido la recuperación que estamos viviendo todos los argentinos desde el año 2003, fruto del esfuerzo y del trabajo de los argentinos. No creemos en los proyectos neoliberales y no creemos tampoco que existan atajos o vías alternativas. La ciudadanía decidirá. Estoy seguro de que va a garantizar la presencia de un peronista que asegure la continuidad de este rumbo. Y si nos toca ser oposición, defenderemos la reconstrucción del sistema ferroviario, de la infraestructura vial, la expansión de nuestra capacidad de producción eléctrica, la política de desendeudamiento, las convenciones colectivas, la nacionalización por ineficiencia de los contratistas de Aerolíneas Argentinas, de Aguas Argentinas, del Correo Argentino, la independencia de la Corte Suprema, la asignación universal por hijo, la movilidad jubilatoria. Vamos a seguir defendiendo todo eso por todas las herramientas que estén a nuestro alcance.

–¿Por ejemplo el recurso del veto?

–Por supuesto. Además, la derecha más descarnada como el PRO... ¿cuántas leyes vetó el ingeniero Mauricio Macri? Leyes votadas por su propio bloque. En enero creo que 40. El gobierno peronista de 1946, a pesar de que tenía mayoría en las cámaras, vetó 226 leyes. Lo que está en la Constitución, está en la Constitución. Porque la responsabilidad después del Gobierno se la achacan a los presidentes, no a tal o cual diputado.

–La Comisión bicameral de seguimiento de los DNU rechazó el decreto que crea el desendeudamiento. La Justicia del fuero contencioso administrativo trabó una medida cautelar para que no se usen las reservas. ¿Qué perspectivas ve en el corto plazo?

–La responsabilidad de gobernar la tiene Cristina. ¿Usted se imagina que el 5 de junio de 1944, cuando llegó el día D y el presidente estadounidense dio la orden de iniciar el cruce del canal de la Mancha, un juez de Missouri presentara un recurso de amparo ordenando parar la operación porque él no estaba de acuerdo con no sé qué carajo? Eso no existe en ningún lugar del mundo. Nunca se permite que instancias inferiores dentro de la escala normativa y jurídica, no inferiores por la persona sino por la responsabilidad institucional que tienen, determinen o condicionen el accionar de los máximos responsables del Ejecutivo. Es un disparate. Y además el Código de Procedimientos prohíbe la aplicación de recursos de amparo para obstruir una decisión del Gobierno. Si actúa mal la Presidenta, el mecanismo que tienen es el juicio político. Que lo inicien. Pero lo que no van a lograr es que nosotros gobernemos con las recetas neoliberales. Si quieren, y logran el juicio político, que lo pongan de presidente a Cobos. Pero a ver si se animan a ponerlo de presidente. Se lo repito: nosotros no vamos a gobernar con la receta de ellos.

–¿Qué opina de la propuesta de Solanas de revisar la legitimidad de la deuda?

–De la deuda contraída antes del 10 de diciembre de 1983 la única que queda (sin pagar) es con el Club de París. Que yo sepa no hay ningún bono pendiente, ningún título, pero puedo equivocarme. Los títulos que están ahora convertidos en la deuda tienen una fecha posterior al 10 de diciembre de 1983. O sea que pasaron por el Congreso, por normas constitucionales. Eso está absolutamente claro. En todo caso habría que preguntarle al bloque “anti” por qué ellos firmaron el megacanje o el Plan Brady. Algunos eran ministros cuando se firmaron esos títulos. ¿Quiénes son los que piden la investigación de la deuda?

–Centralmente el bloque de Pino Solanas.

–¿Y todos los otros?

–No con el mismo énfasis.

–Entonces no va a salir la investigación a la deuda. ¿Y este planteo no será una excusa de Pino Solanas para juntarse con lo que hacen todo lo contrario? Habría que preguntárselo a él. Lo que no me extraña. Porque él (por Solanas) algún grado de expectativa despertó a los argentinos. Mauricio Macri sacó el 31 por ciento de los votos en la ciudad de Buenos Aires ¿Y Pino cuánto sacó? 23. Muy cerca. Entonces parece extraño que ahora él y su bloque vayan al compás de Federico Pinedo, que es el jefe del bloque del partido al que enfrentó. Los porteños lo votaron un 23 por ciento para que enfrentara a ese partido, no para que nos enfrentara a nosotros.

–¿Por qué hay que reformar el Consejo de la Magistratura?

–En los últimos años, cada vez que la comisión de acusación, por mayoría, ha determinado que correspondía mandar a un juez al jury de enjuiciamiento, en el 90 por ciento ha habido bloqueo. Porque cuando sobre trece miembros seis o siete consideran que un juez merece ser investigado por un jury y seis dicen que no, se bloquea la investigación. Los tres representantes de los jueces siempre votan en contra de enjuiciar a su colega. Y además lo explican en privado: “Después tenemos que tener los votos en el Consejo”. Evidentemente, no están ahí para mejorar el sistema judicial sino para defender a la corporación que los elige. Pero para bloquear el jury se precisan otros dos votos. Generalmente provienen del partido opositor. Sobre nosotros, no va a ver un solo caso en el que se pueda determinar que por nuestro voto hemos impedido que se investigue a un juez cuando la mayoría de la comisión de acusación, que no es nuestra, y la mayoría del Consejo, que tampoco es nuestra, lo han solicitado.

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